Mientras muchos disfrutan del calor y la playa, otros deben conformarse con quedarse en Santiago. Por eso, una terraza con buena vista, música y un trago refrescante es la mezcla perfecta para todos quienes buscan alivianar esos días pos oficina.

Los cocktails frescos son los más demandados por estos días, y qué mejor que maridarlos con un plato de mariscos.

Hay varias opciones de moda. Por ejemplo, los restaurantes Moloko y Flamingo -que tienen una carta parecida al tener los mismos dueños-, apostaron por familias de tragos, como la michelada. "Este trago no ha sido explotado en Chile, pues creo que la gente no sabe tomarlo. Sin embargo, en ciudades como Buenos Aires, Miami y Nueva York son expertos. La bebida más exitosa de nuestros bares es la Margarita, realizada con escarchado de sal, tequila frozen y viene con una botella de coronita dada vuelta. A medida que vas tomando, se va mezclando con la cerveza. Lo atractivo de este trago es su tamaño y diseño", cuenta Francisco Azofeifa, dueño de estos bares.

Por otro lado, están los espumantes. Hay que tomarlos en todas sus formas. El Flamingo ofrece el Neruda, espumante con coñac y naranja, idealmente para hombres, pues es más seco. Otro que recomendamos es el Grey Jones, especial para las mujeres por su mezcla de nutella congelada que luego se derrite en la copa de espumoso. Finalmente, un clásico: una copa de un buen espumante frío con marrasquino.

Otro que sigue la tendencia de los sparkling es Bocanaríz, un bar-a-vins estilo parisino que dispone de 300 etiquetas nacionales y uno de los listados por copas más extensos de Chile. Incluso, cuenta con verticales de iconos nacionales. "En esta época, la gente se inclina por lo frío y los vinos blancos y espumantes por copa, de cepas tradicionales y no tradicionales; son los favoritos. Estos se pueden maridar con platos como ostras borde negro, carpaccio de corvina y ceviche de reineta con maracuyá", dice Daniela Lorenzo, dueña de Bocanariz.

En el bar Catedral la historia se repite. Su barman Aldo Salgado cuenta que hay una inclinación hacia el vino espumoso en distintas preparaciones, sobre todo en el público femenino. "Acá es muy demandado el Kir Royal (espumante y crema de cassis), el Mojito (menta, limón y espumante) y en cuanto a maridaje, las ostras y pescados son un excelente complemento".

Aires moleculares

Los tragos moleculares son una tendencia europea que llega a Chile después de mucho tiempo. De hecho, es la cocina molecular conocida por Ferran Adrià la que ha extendido esta tendencia a la cocktelería.

Se utilizan técnicas que cambian el estado físico de la materia, de líquido a sólido como una espuma, brûlée o flambeado. "En algunos de mis viajes a Estados Unidos me topé con este tema y llevamos dos años realizando cocktelería, que incluye la creación de esferas y espumas. El objetivo es conseguir algo muy atractivo y de texturas completamente diferentes y renovables", cuenta Luis Felipe Cruz, barman del Tramonto bar, del Hotel Noi.

Aquí se pueden degustar tragos como el Cosmopolitan, que consiste en una cucharita llena de pelotas como caviar que se revientan en la boca, explotando el sabor del vodka con cranberries concentrado. También tienen pisco sour reducido en espuma. "Al principio, la reacción del cliente es curiosa y preguntan cómo llegaron a eso", agrega Cruz.

Uno de los tragos más característicos es el Brulée, donde se flambean cerezas y se cocinan, luego se mezclan con el licor. Lo mismo sucede con el Kir Royal que cuenta con perlas de cassis. Otro trago muy solicitado es una copa de espumante con caviares de Red Bull.

El Bar 100°, del Hotel W, es otro de los lugares donde se puede vivir una experiencia molecular. Se destaca por jugar con sabores, colores y texturas. Algunos de los preferidos por sus clientes son el Napoleón, que consiste en espumante con crema de cassis y jugo de piña; el Cinnamon Cuban, que mezcla vodka con menta, vino, espumante y canela, y el Mr tea con pisco, blueberries, pepino y té negro.

Son cocktails para vivir sensaciones. Usted elija la que más se adapte a sus gustos.