George Osborne, ministro de Finanzas del Reino Unido, cree que el renminbi puede llegar a ser casi tan familiar como el dólar. ¿Tiene razón? Puede ser. A lo largo de la historia del sistema financiero, el dinero de los países que juegan los papeles principales en el comercio mundial ha tendido a convertirse en moneda de reserva. Según esto, en las próximas décadas, el renminbi tomaría este rol.
Las últimas cifras de la Organización Mundial de Comercio muestran que China representa el 10,4% del total de las exportaciones de mercancías y el 9,4% de todas las importaciones. Al contrario, las exportaciones de EEUU representan el 8% y las importaciones, un 12,3%. Sin embargo, queda un largo camino antes de que el estatus del dólar sea desafiado.
El Banco Popular de China estableció 24 acuerdos con sus homólogos de todo el mundo para intercambiar renminbi a cambio de sus propias monedas. Esta semana Beijing ofreció a los inversionistas británicos un lugar en el juego. Sin embargo, el renminbi no es una moneda de reserva.
Los bancos centrales que sí tienen reservas en renminbi las mantienen en pequeñas cantidades. De acuerdo con las últimas cifras del Fondo Monetario Internacional, el 62% de las reservas de los bancos centrales están denominadas en dólares y menos del 3% están denominadas en la canasta de "otras monedas", que incluye el renminbi.
Esto se debe en gran partea que Beijing ha puesto siempre restricciones en el uso de su moneda en el ámbito internacional.
¿Qué tendría que ocurrir antes de que el renminbi se convierta en moneda global? El gran paso que debe tomar es la liberalización de la cuenta de capital, lo que le permitiría a China invertir en el extranjero siempre que lo desee. ¿Cuánto tiempo tomará? La participación del renminbi en el comercio de China podría duplicarse en la próxima década, pero le llevará más tiempo en convertirse en moneda de reserva. E incluso puede que no ocurra nunca.
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