Después de meses de incesante presión de los líderes para más medidas efectivas que fomenten el crecimiento, el primer ministro británico, David Cameron podría haber estado esperando un respiro mientras Gran Bretaña es escenario de lo que el primer ministro llama “el mayor espectáculo en la Tierra”.
En cambio, muchos de los máximos ejecutivos del mundo que están en Londres para disfrutar los Juegos y redes con jefes de estado y políticos -una especie de Davos con jabalinas- se están preguntando lo mismo que sus contrapartes británicas.
¿Qué, se preguntan en privado, está haciendo el gobierno británico para impulsar la confianza en la débil economía? ¿Cómo se está preparando para el impacto de un quiebre del euro? ¿Y por qué, como dice un financista estadounidense, está el Reino Unido “matando a sus banqueros” en lugar de apoyar la City?
Los Juegos han llevado a Londres a los líderes de las compañías más grandes del mundo, incluyendo los directores ejecutivos de Cisco, Google, Toyota, Citigroup, Tata, Nestlé, Mitsubishi, Comcast, Johnson & Johnson, Hutchison Whampoa, Bharti, Reliance y Huawei.
Docenas de ministros, junto con Boris Johnson, alcalde de Londres, han estado movilizados para entretener hasta 4.000 líderes de negocios y autoridades que asisten a los eventos olímpicos.
Sin embargo, los jefes extranjeros tienen poco interés en los problemas políticos de la coalición, sus vueltas en U o las presiones sobre George Osborne, el ministro de Hacienda. Muchos tienen un conocimiento limitado de las medidas que el gobierno británico está tomando, como el esquema de “financiamiento para préstamos” para impulsar el crédito bancario y medidas para incrementar la inversión del sector privado en infraestructura.
Pero ven la película general y están ansiosos -particularmente si tienen grandes inversiones en el Reino Unido. “La demanda está bajando y los ingresos tributarios están cayendo. Tiene que cambiar el curso”, dijo un inversionista estadounidense.
Muchos quieren que Gran Bretaña juegue un rol más importante en encontrar una solución a los problemas de la eurozona, los que tienen grandes consecuencias para las compañías alrededor del mundo, y algunos notan que Europa -y el Reino Unido- enfrentan los mismos problemas que las empresas.
Esto es frustrante para el gobierno, que cree que Gran Bretaña está sufriendo de los problemas de la eurozona, en lugar de los generados en casa.
“Gran Bretaña está abierta a los negocios”, dijo el primer ministro a 200 líderes de negocios el jueves en una conferencia de inversión global. Insistió en que el gobierno estaba cumpliendo con lo que las empresas quieren, incluyendo tasas de impuestos competitivas, créditos para investigación y desarrollo e incentivos para emprendedores.
La tarea de la coalición en presentar a Gran Bretaña como “abierta a los negocios” ha sido socavada a los ojos de las compañías extranjeras por los datos de malas cuentas locales. Desde que la coalición asumió el poder, el PIB se contrajo 0,3%, con la producción en servicios privados y manufacturas cayendo más rápido que la predominante parte del sector público de la economía.
Pero también hay preocupaciones de que algunas autoridades se preocupan más de la reputación del gobierno, su perfil público y el ascenso a posiciones más importantes que del bien de la economía.
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