A través de un hecho esencial, Colbún confirmó la cancelación y el cese de actividades del proyecto hidroeléctrico Hidroaysén, de la cual, la firma mantiene el 49% de la propiedad. Lo mismo hizo posteriormente Enel.
Según Colbún, los motivos de este término se debe a que "no es factible en términos económicos - en el contexto de la actual situación del mercado eléctrico y sus perspectivas futuras-, procediéndose a la disolución de la sociedad y la liquidación de bienes, el desistimiento de las acciones judiciales y la renuncia a los derechos de agua del proyecto".
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Además, la empresa explicó que en el cierre del ejercicio de 2014, la empresa registró una provisión por el deterioro de su participación en Hidroaysén por US$102 millones, "y por lo tanto la disolución no tendrá efectos contables adversos que sean materiales".
En tanto, desde Enel, el CEO de Enel SpA, Francesco Starace señaló que "en las bases la estrategia de crecimiento del Grupo Enel, es una decisión realizar proyectos que requieran no más de tres años para que estén completos, que sean cubiertos por contratos de venta de energía a largo plazo, que los haría económicamente viable, y finalmente, que sean aceptados por las comunidades y stakeholders en las áreas donde estos proyectos tendrían que ser desarrollados. Hidroaysén era un esquema que no satisfacía ninguno de estos tres criterios".
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Agregó que "hace algunos años señalé que no seguiríamos adelante con este proyecto. Hoy se ha formalizado esta decisión devolviendo los derechos de agua al Estado de Chile para que se puedan aprovechar en otro tipo de iniciativas, lo que nos tiene muy conformes y reafirma nuestra visión".