A pesar de contar con socios de diverso tamaño e inquietudes, la Cámara Chilena de la Construcción en los últimos años ha hecho un esfuerzo en integrar la sostenibilidad a sus adherentes. Prueba de ello, fue la creación de la comisión de sostenibilidad empresarial que tiene por objetivo informar y promover la integración de prácticas que se encaminen a un equilibrio en tres áreas: económica, social y medioambiental.
¿Desde cuándo la sostenibilidad es una preocupación para ustedes?
Desde hace unos cinco años hemos venido trabajando. Llegamos a la sostenibilidad, concibiéndola como un equilibrio o balance entre el ámbito económico, social y medioambiental para la gestión de las empresas. Al principio lo relacionábamos con ahorro energético, con RSE, con apoyo de actividades sociales, pero ahora hay una visión mucho más clara de qué hacer.
Ustedes impulsaron la creación de una comisión ligada a ello.
Con el objetivo de tener una visión más aterrizada de ello, es que el año pasado se creó la comisión de sostenibilidad empresarial, donde convergen todas las iniciativas con una dirección clara. También, parte de nuestra misión consiste en apoyar a la mesa directiva.
¿Cómo aterrizan este concepto en la Cámara que cuenta con socios tan diversos?
En la Cámara junto con la formación de la comisión, donde primero fue un proceso de definiciones y hoy estamos con las acciones. Al interior de nuestro gremio hoy estamos en labores de difusión. Hay sectores donde el desconocimiento y desinformación es latente, especialmente en regiones. Entonces, ha habido un trabajo importante de evangelización en la primera parte de este trabajo.
¿Qué implican las acciones?
Hoy estamos trabajando con el apoyo de una consultora que nos asesora para definir el plan estratégico de sostenibilidad de la Cámara.
¿Cómo ha sido la recepción de los socios acerca de la sostenibilidad?
Bastante diversa. Creo que mayoritariamente faltaba un aporte de información y conocimiento acerca de lo integral que es el concepto de sostenibilidad. Porque había una serie de acciones que se hacían en la cámara, pero nada las reunía, y ahora sí. Sin embargo, hay áreas donde todavía es precario, como ocurre en el área medioambiental, relación con comunidades o diversidad. En el ámbito económico es más sencillo. Hay que tener en cuenta que la mirada no debe estar sólo en la rentabilidad, sino en agregar valor compartido, equidad. Hay algunos que señalan que es mucho trabajo, pero al final del día sólo se le hace un gran favor a las organizaciones al incorporar este tipo de políticas.
La adopción de la sostenibilidad durante mucho tiempo estuvo ligada a estrategias de marketing, ¿cree que ya se dejó eso de lado?
Eso todavía existe. Algunos mantienen una mirada marketera acerca de lo que es la sostenibilidad. Falta una internalización completa de lo que significa este concepto. Pero hay otros que lo ven como el lado opuesto, asociado a la filantropía. Poco a poco empezamos con procesos que incorporan la auditabilidad, dejando de lado estas visiones y unirlas en un concepto más aterrizado.
En nuestro país aún son pocas, pero empieza a crecer el número de construcciones con certificaciones ligadas a la sustentabilidad, ¿cómo se ha visto esto en la Cámara?
Todo ayuda y va sumando. Efectivamente, la certificación LEED aborda una serie de aspectos, pero que están más relacionados con el proyecto mismo, no con el proceso constructivo. Son distintas líneas que van ayudando a que el concepto se masifique y se entienda en su integridad.
¿Cuáles son los desafíos que tienen hoy como gremio al respecto?
En ese sentido, el desafío es bastante grande y el presidente de la Cámara fue enfático en que debería tratarse de un anhelo fundamental de las organizaciones e informó que de aquí a cinco años casi todas las empresas socias tienen que tener algún grado de certificación en sostenibilidad.
Con varias alianzas a su haber en este campo, ¿qué aprendizaje le ha dejado al gremio?
Ingenuamente, al principio nos pusimos objetivos bien pragmáticos como medir el ahorro energético, consumo de materiales. Con el tiempo nos dimos cuenta de la profundidad del tema y nos ayudó mucho el contar con la visión de empresas líderes en el área como Sodimac que lleva mucho tiempo en esto y Arauco. El mundo vitivinícola también nos dio una visión muy clara acerca de lo que significa la sostenibilidad. Luego surge una relación con el grupo Vincular de la U. Católica de Valparaíso, que nos hizo ver que necesitábamos un apoyo mayor. Desarrollamos un plan de trabajo, que la mesa aprobó y que debería tener resultados a fin de año.
¿Qué tan importante es el incorporar a a esta visión a sus estrategias corporativas?
Estamos convencidos de que los que no se suben al carro hoy, será muy difícil que puedan seguir en el tiempo con sus emprendimientos empresariales. Y eso se verá de aquí a no más de cinco años. Se trata de un tema crítico que debe tratarse con prontitud y urgencia. Estamos convencidos de que en la medida en que no se aborden los tres ámbitos de forma balanceada, se van a producir dificultades y riesgos de incluso tener que desaparecer del mercado.