España bajo amenaza separatista
Las elecciones regionales de Canadá muy pocas veces son el referente que marcan el pulso internacional, pero la victoria de la semana pasada en Quebec del partido separatista Québécois fue mirada con atención en España, ahora que enfrenta un resurgimiento de las demandas de independencia catalanas y vascas. Estas, en cambio, están siendo cuidadosamente observadas por el Partido Nacional Escocés, comprometido con realizar un referendo en 2014 sobre la futura relación de Escocia con el Reino Unido.
Para entonces, el mismo molde podría ser aplicado en España, donde el separatismo ha irrumpido en la agenda en medio de la peor crisis post Franco, en la era democrática. Junto con la crisis de la eurozona, el empeoramiento de las finanzas públicas y la falta crónica de crecimiento económico y empleos, Madrid parece estar caminando dormido hacia una crisis constitucional que podría llevar a la desintegración de España.
Mañana los catalanes celebran su día nacional, o más conocido como “Diada”, en un año donde el clamor por independencia por primera vez tiene el apoyo de más de la mitad de la población, incluyendo figuras como Jordi Pujol, la principal voz nacionalista que presidió el restaurado gobierno autónomo catalán desde 1980 a 2003, y Pep Guardiola, el ex entrenador del equipo de fútbol de Barcelona.
El próximo mes, los vascos irán a las urnas, donde la coalición separatista Bildu, va codo a codo en las encuestas con el principal Partido Nacionalista Vasco (PNV). Luego de una década prohibido por sus lazos con ETA -grupo separatista que finalizó recientemente sus 50 años de campaña de violencia- los separatistas políticos han ganado más asientos que el PNV en las elecciones municipales y generales el año pasado. El separatismo se ha generalizado, en un estado español que está siendo sacudido hasta sus cimientos.
La descentralización ha sido la piedra angular de la democracia española. Sin embargo, la autonomía fue concedida a todas las regiones en función de disfrazar la restauración de los derechos históricos a los catalanes y los vascos, gente con un fuerte sentimiento de nacionalismo, cultura y lenguaje que la dictadura de Franco trató de borrar. Para los españoles nacionalistas de derecha, esta disolución de la indisoluble unidad de España permanece como un anatema. El gobierno de centroderecha de Mariano Rajoy evidentemente apunta a utilizar la actual crisis financiera no sólo para disminuir el estado sino que para re-centralizarlo.
Usándolo como su pretexto, la insostenibilidad fiscal de varias regiones está amenazando con tomar el control de sus gobiernos a menos que ellos se adhieran a los duros objetivos presupuestarios. Al mismo tiempo, se están fortaleciendo las instituciones provinciales (diputaciones) que en la mayoría de las partes debería haber sido reemplazado por el gobierno regional pero en vez de ello, se convirtieron en vehículos para el clientelismo y el patronazgo partidista.
Los nacionalistas que dirigen el gobierno catalán están en un dilema. El gobierno de Rajoy se opone ideológicamente a cualquier extensión del federalismo fiscal. Pero ningún gobierno en Madrid va a necesitar la ayuda catalana para cumplir con las obligaciones de salud y de pensiones de una población envejecida. Las condiciones asociadas con el dinero del rescate de Madrid, por otra parte, implican una pérdida de autonomía, al igual que los rescates de la UE diluyen la soberanía nacional. En la actualidad, los transfieren a Madrid hasta 10 veces más que lo que los vascos aportan sobre una base per cápita. Si tuviera un régimen fiscal vasco tendría finanzas vascas, en vez de tener que ir a mendigarle a Madrid para recibir ayuda con sus deudas y nóminas laborales para ser rescatados, con lo que consideran como su propio dinero.
Se espera que las manifestaciones de Diada mañana sean masivas y masivamente separatistas. No sólo los escoceses (o los quebequenses o, de hecho, los flamencos) estarán observando, también los separatistas vascos, quienes ahora ven la intransigencia del gobierno de Rajoy como un aliado inestimable para su causa.Pero el autogobierno vasco en general, ha sido reconocido por los vascos, incluyendo, a regañadientes, los separatistas, como un éxito. Para mantener a los catalanes dentro de España, Madrid tendría que ofrecerles un trato similar. Pero eso parece muy poco probable.
COPY RIGHT FINANCIAL TIMES
© The Financial Times Ltd, 2011.
Debes saber
¿Qué ha pasado?
Los grupos separatistas, principalmente los vascos y los catalanes han comenzado a presionar por sus anhelos de soberanía, mientras España atraviesa una cruda recesión.
¿Por qué es relevante?
La historia política de España ha estado marcada por las profundas divisiones que existen entre algunas regiones y el estado, llegando a desembocar en terrorismo, como fue el caso de ETA.
¿Qué consecuencias tiene?
En la actualidad ETA ha puesto fin a la resistencia armada, y el partido separatista tiene amplias opciones de ganar en las elecciones locales de la región, marcando un hito histórico, que pondría en jaque al gobierno de Mariano Rajoy.
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