La crisis económica derivó en un bajo perfil de España en instituciones europeas, pero los hispanos pretenden poner fin a esa tendencia con el aterrizaje del ministro de Economía, Luis de Guindos, en la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE). Aunque su candidatura no está oficializada, la prensa española la da por sentada mientras los expertos ven altas posibilidades de que se imponga hasta ahora a su único contrincante, el presidente del Banco de Irlanda, Philip Lane.
"El gobierno de Mariano Rajoy tiene bastante sellado el acuerdo con Alemania y Francia. Porque no tenga mucha oposición o porque su candidatura va firme, a mí me sorprendería que no fuera De Guindos no sólo quien postule, sino que además quien se quede con la vicepresidencia", señaló a Pulso Diego Sánchez de la Cruz, director de Civismo y académico de la IE University.
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La alianza con los alemanes en efecto resulta clave en este proceso, por el equilibrio de poder entre el norte y el sur del viejo continente: que los españoles llenen el cupo de la vicepresidencia favorece las opciones de que un funcionario alemán suceda a Mario Draghi en 2019.
En tanto, quedarse con el segundo sillón de más peso en el comité ejecutivo del BCE es crucial para los hispanos, que consideran que su país "ha perdido cuotas de poder a nivel de personal ejecutivo en puestos claves de instituciones europeas, en comparación con otros países que tienen menor peso a nivel político y económico", detalla Antonio Barroso, analista de Teneo Intelligence.
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De hecho, Portugal, además de tener a Vítor Constancio justamente en la vicepresidencia del central, hasta el 31 de mayo, tiene a Mario Centeno como presidente del Eurogrupo. En ese marco, Sánchez de la Cruz destaca que "a España le están debiendo algo en Bruselas, porque han perdido representación en distintas instituciones".
Obstáculos para De Guindos
El ministro de Economía hispano, que a fines del año pasado estuvo cerca de presentarse para dirigir el Eurogrupo, no ha conseguido sellar su candidatura, plazo que termina mañana, porque algunos sectores políticos del país consideran que no cumple con el perfil.
Óscar Puente, vocero del PSOE, aseguró ayer que respaldan la aspiración española de quedarse con la vicepresidencia del BCE, pero que su apoyo no es incondicional. Consideran que tiene que ser "una persona española con perfil técnico, no político y que sea una mujer".
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Sánchez de la Cruz reconoce que el tema de género se ha puesto sobre la mesa últimamente, pero subraya que el reclamo de los socialistas llega tarde, pues "a estas alturas la candidatura de De Guindos está bastante avanzada".
Respecto a los cuestionamientos por su rol político, hay quienes consideran que por el hecho de formar parte del gobierno español, De Guindos no sería del gusto de Mario Draghi, quien podría temer que se mine la independencia de la máxima autoridad monetaria del bloque. Pero en este debate, también cuenta con argumentos a su favor.
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En primer lugar, pese a llevar años en el gobierno de Mariano Rajoy, De Guindos nunca ha dado un paso hacia la militancia en el Partido Popular. Y el hecho de ser ministro tampoco representaría un obstáculo mayor, considerando que el actual presidente del Bundesbank y miembro del Consejo Ejecutivo del BCE, Jens Weidmann, antes fue asesor directo de la canciller alemana, Angela Merkel.
"Guindos está muerto de ganas de retirarse de la primera línea de la política de España, porque él es un tecnócrata. Él considera que su etapa en el gobierno ya quedó cerrada", detalló Sánchez de la Cruz.