El Presidente de EEUU, Donald Trump, siente "fuertemente" que ese país debiera imponer un impuesto a las ventas sobre las compras que se hagan a través de internet, según declaró el secretario del Tesoro de EEUU, Steven Mnuchin.

Mnuchin, que habló en una audiencia frente a la Comisión de Medios y Arbitrios, dijo que había hablado personalmente con Trump sobre el tema y que el Presidente cree firmemente que el impuesto se debería aplicar.

Las perspectivas de un impuesto a las ventas online han sido por mucho tiempo el punto inicial de discordia entre los minoristas basados en internet y sus rivales de ladrillo. Trump había atacado al gigante de internet, Amazon.com, diciendo el año pasado que le hace "un gran daño a los minoristas que pagan impuestos".

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Amazon comenzó a recaudar impuestos a la venta de las compras en todos los estados que les cobraron impuestos a inicios del año pasado, a pesar de una exención que le permite a los retailers online evitar cobrarlos en lugares donde no tienen presencia física. Pero Amazon sigue sin cobrarle a sus compradores impuestos a la venta cuando compran a uno de sus comerciantes externos, ventas que representan casi la mitad del volumen de la compañía.

Las ventas sin impuestos de terceras partes podrían darle una ventaja por encima de las cadenas de retail de tiendas de ladrillos, las que tienen su propio sistema online robusto, pero que tienen que recolectar los impuestos a la venta de todas las compras en estados donde tienen presencia física.

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A nivel federal, varias leyes bipartidistas se han introducido para permitirles a los estados un mandato para recolectar los impuestos, con la más reciente habiendo sido re introducida en 2017 y que contó con el respaldo de Amazon.

Desde 1992, un dictamen de la Corte Suprema estableció el precedente de perdonar a los retailers de los impuestos a la ventas, mientras varios estados han promulgado "leyes Amazon" para gravar las ventas online de la misma manera en que a las ventas en tiendas de ladrillo. El dictamen de la Corte Suprema dijo que los estados no podrían solicitar a retailers de otros estados que cobre impuestos a la venta de los consumidores, a menos que esos retailers tengan una presencia física, a través de sucursales, almacenes o empleados, donde los consumidores están localizados.

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En gran parte por esa ley, hecha antes del boom de internet, los estados pierden hasta US$13.000 millones al año en impuestos a la venta de compras online.