En sentido contrario a las decisiones que está tomando la compañía respecto de su plan petrolero, ENAP ha puesto las fichas en otro negocio: el gas natural.

Esto, sobre todo si se tiene en consideración que las reservas de gas, de acuerdo con un reciente estudio del servicio geológico de  EE.UU, la USGS, confirmó reservas cuantiosas de recursos no convencionales en Magallanes.

A comienzos de mes, la ENAP decidió ingresar a trámite ambiental el proyecto Fracturación Hidráulica de 4 Pozos en Bloque Dorado-Riquelme, que contempla una inversión de US$4 millones, y que considera la perforación mediante el método de fracking hidráulico, proceso que permitirán “aumentar la permeabilidad del reservorio, logrando la extracción de los hidrocarburos contenidos en el yacimiento”.

Al mismo tiempo, la compañía que lidera Marcelo Tokman comenzó la tramitación de la iniciativa Fracturación Hidráulica de 4 Pozos y 2 multipozos en Bloque Arenal, que comprende tareas de fracking para aumentar la productividad de 31 pozos con hidrocarburos al interior del bloque Arenal.

En los últimos meses, la compañía ha volcado sus esfuerzos precisamente en el bloque Arenal, que se ubica en Tierra del Fuego y que tiene las mejores perspectivas. Sólo en 2015 se  perforaron 52 pozos y se invirtieron US$250 millones en esa zona.

En total, el plan de inversiones ENAP 2014-2025 involucra el desembolso de unos US$800 millones anuales para la explotación de hidrocarburos. El principal eje del programa estratégico que lleva adelante la compañía es, precisamente, la región más austral del país.