El ministerio del Trabajo y Previsión Social, presentó un estudio que se centró en el trabajo infantil y la población migrante, donde se destaca que el 67,8% de los niños encuestados participa en alguna actividad económica de la familia.
En tanto el 14% realizó alguna actividad autónoma y el 35,7% aseguró que labora al interior del hogar, siendo los sectores de servicios agrícolas y comercio donde más trabajan los niños y adolescentes.
De acuerdo al estudio, el principal ingreso de estas familias es a través del trabajo de los adultos, quienes se desarrollan en ocupaciones poco calificadas, similares a las que ejercían en su país de origen donde se ve "normal" que las personas menores de 18 años aporten al ingreso familiar, no obstante, al llegar a nuestro país algunas familias han cambiado su percepción respecto al tema, considerando ahora que el trabajo debe ser exclusivo para las personas mayores de edad.
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Junto a lo anterior se detectó que las familias que han migrado por motivos económicos, logran aumentar sus ingresos, teniendo a uno o dos adultos trabajando en más de un empleo. Por el contrario, las familias que han migrado por otros motivos, ven mermado su nivel de ingresos. Todas las familias entrevistadas describen vidas muy sacrificadas, por la gran cantidad de horas que deben dedicar al trabajo.
En el estudio se entrevistaron a 28 niños, niñas y adolescentes (9 mujeres y 19 hombres), con una edad promedio de 13,5 años; y a 27 adultos migrantes (3 hombres y 24 mujeres). Además, se realizaron 25 grupos focales, en las 4 regiones (Arica Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Metropolitana) consideradas en el estudio.
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