El presidente de Bolivia, Evo Morales, confirmó que buscará un cuarto mandato consecutivo en las elecciones de 2019, ante lo que consideró una "amenaza" de Estados Unidos, que le instó a no volver a postular.
"Frente a esta amenaza del departamento de Estado de EEUU, que me dice que debo renunciar a la candidatura en 2019, yo no estaba tan decidido, ahora estoy decidido, voy a ser candidato en 2019", dijo Morales en un acto en la región de Cochabamba, ubicada en el centro del país.
El mandatario boliviano desde 2006 calificó de "intromisión" el que el Departamento de Estado le instase a renunciar a presentarse al cuarto mandato al que el Tribunal Constitucional (TC) boliviano le autorizó este martes.
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"¿Qué tiene que ver EEUU, qué tiene que amenazar, amedrentar?", cuestionó el mandatario y agregó que si el órgano Electoral tiene "dignidad y autoridad", debe rechazar esta "injerencia".
El Departamento de Estado de EEUU expresó el miércoles en un comunicado su preocupación por el fallo del TC "de declarar inaplicables las provisiones de la Constitución de ese país que prohíben a los cargos electos, incluido el presidente, servir más de dos mandatos consecutivos". EEUU consideró que esa decisión "menosprecia la voluntad del pueblo de Bolivia" expresada en el referendo que aprobó la nueva Carta Magna en 2009 y el que rechazó en 2016 una reforma para permitir la nueva candidatura de Morales.
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"El pueblo de Bolivia ha hablado claro. EEUU les apoya e insta al actual Gobierno de Bolivia a que respete el resultado de esos referendos", dijo la Casa Blanca, que consideró el fallo judicial como un "paso atrás en la democracia" boliviana.
Morales también se refirió a las críticas del canciller chileno, Heraldo Muñoz, quien ayer calificó como "sorprendente" la decisión del TC de permitir su nueva candidatura.
El mandatario vio una "coincidencia" entre el discurso de Muñoz, el de EEUU y el de la "derecha boliviana", a quienes acusó de ser "enemigos de los bolivianos", "antipatrias" y "antilatinoamericanos" porque, según dijo, no quieren que Bolivia se desarrolle económicamente.
De conseguir su intención electoral y ganara las elecciones de 2019, gobernaría hasta 2025, con lo que estaría 18 años al poder.