Ingresó al Ministerio de Hacienda como brazo derecho de Alberto Arenas, asumiendo desde el primer día la coordinación del equipo de asesores; y así se mantuvo en la gestión de Rodrigo Valdés y de Nicolás Eyzaguirre. Enrique Paris (economista), quien también se desempeñó como jefe de gabinete del ex Presidente Ricardo Lagos, hoy es parte de FLACSO, donde es investigador. Ya desde fuera del gobierno analiza la Reforma Tributaria y los posibles cambios que quiere impulsar la nueva administración.
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¿Está de acuerdo que el crecimiento económico debe ser prioritario?
-La historia económica de Chile ha demostrado que sólo por el crecimiento, no tiene asegurado el desarrollo. Hay factores externos que explican que hayamos enfrentado un ciclo económico más débil en los últimos 4 años, pero también existen factores internos en que no hemos sido capaces de enfrentar adecuadamente, como son los desafíos en productividad y de relación entre Estado y el sector privado. En estos 4 años no encontramos el tono y el equilibrio adecuado para combinar esos desafíos con la prioridad del desarrollo económico.
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¿Faltó un esfuerzo mayor para lograr ese equilibrio?
-Dentro de las posibilidades que tenía el gobierno y particularmente el Ministerio de Hacienda se hizo lo que se podía hacer y lo que se debía hacer, pero no tuvimos la capacidad de convencer y persuadir de que el crecimiento junto con los otros desafíos eran centrales para el gobierno, lo declaramos, tomamos muchas decisiones que iban en esa dirección, pero también tomamos otras que generaban señales contradictorias.
¿Y esas señales tuvieron que ver con el tratamiento que se le dio la Reforma Tributaria?
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-Nos propusimos hacer una reforma tributaria que fuera más progresiva, por lo que la principal fuente de financiamiento iba a venir de las rentas del capital, entonces era razonable que los empresarios no vieran la reforma con buenos ojos, por lo tanto donde equivocamos el mensaje fue en explicar que esta era una reforma necesaria para el desarrollo de largo plazo, no era una reforma contra los empresarios.
Entonces, ¿dónde estuvo la debilidad?
-Nuestro déficit fue la gestión política, nuestra debilidad estuvo ahí, porque era necesario sostener el apoyo de la ciudadanía y que los sectores comprometidos avalaran esta reforma, pero el gobierno mostró limitaciones para desarrollar gestión política.
¿Qué le parece los cambios que quiere introducir el gobierno?
-Una Reforma Tributaria es contradictoria si produce una disminución de los ingresos fiscales, y es mucho más compleja si con el objetivo de estimular la inversión del sector privado, signifique disminuir los impuestos de las empresas de mayor tamaño. Entonces, habrá que ver en qué consiste la propuesta, pero uno lo que observa hasta ahora, es que hay señales muy contradictorias. Creo que no hay condiciones políticas hoy en el país, para pretender realizar una nueva reforma tributaria que signifique hacerla menos progresiva por la vía de la integración completa del sistema tributario.
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¿Las condiciones políticas tienen que ver con la configuración del Congreso?
-Las señales que han dado hasta ahora todas las fuerzas de oposición es que hay disposición a discutir y estudiar todo aquello que implique simplificación para el cumplimiento tributario, y creo que siempre es muy saludable para la economía, pero que eso vaya a significar mejorar la situación de las empresas de mayor tamaño, no tiene viabilidad política con el congreso actual.
Pero hay varias críticas, sobre todo de las pymes...
-Me llama la atención que muchas de las críticas que se han hecho a la Reforma Tributaria habla de las pymes, porque si hay una característica de esta reforma, es que con la modificación al régimen 14 ter, la simplificación tributaria es enorme.
Déficit estructural
¿Qué ocurrió el déficit estructural?
-El debate si es que el déficit estructural era de 1,7% o 2,1% no es un error, no tiene que ver con que la Dipres y los equipos responsables de administrar o gestionar el modelo. Chile ha desarrollado en el tiempo los modelos para poder garantizar el cumplimiento de la política (balance estructural) y nos enfrentamos en una coyuntura donde el modelo demostró una debilidad de no ser capaz de reflejar adecuadamente la contabilización de los ingresos y de las pérdidas, de una de las variables más determinante del balance estructural que son los ingresos que vienen de las utilidades o del resultado económico de Codelco.
¿Y se informó anticipadamente el posible cambio de cifras?
-Una vez conocido estos datos, la decisión es no es esperar el cambio de gobierno sino que citar al Consejo con anterioridad, y en la reunión de traspaso el ministro Eyzaguirre les entregó los primeros antecedentes respecto a esa diferencia. Entonces, no hubo ni error en la contabilidad no hubo omisión u ocultamiento en los datos.
¿Y aprovechamiento político?
-Era inevitable que conocida la información y esta diferencia se contaminara la discusión política, llegándose a frases descalificadoras por parte de un ministro (Valente), acusando la Presidenta (Bachelet) de haberle mentido al país. Entonces se cae en un terreno de descalificaciones, que si bien están alejadas de la verdad, no ayudan a construir nada y terminan por hacerle daño al país, a la economía, a la credibilidad de las instituciones que tienen responsabilidad fiscal muy grande.