Jorge Rodríguez Grossi fue el ministro de Economía del gobierno de Michelle Bachelet que terminó con la tramitación en el Congreso del proyecto de ley que fortalecía al Sernac. El economista que tras la salida del anterior Ejecutivo volvió al decanato de la Facultad de Economía de la Universidad Alberto Hurtado (UAH) sigue atento al entrampado trámite de promulgación de la reforma, especialmente luego de la nueva ofensiva de la Cámara de Comercio en Contraloría para frenar su publicación. Antes el gremio fue al TC y el ahora ex ministro lo acusó de defender al mal comerciante.

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¿Cómo califica la nueva ofensiva del comercio para frenar la promulgación del proyecto de ley del nuevo Sernac? Acusan que el texto que despachó la Cámara contiene normas que fueron declaradas inconstitucionales.

-Ellos tienen todo el derecho a avanzar en esa dimensión, pero el Gobierno es quién hoy tiene el desafío de transformar el Sernac en un organismo que realmente sea capaz de defender a los consumidores. Prueba de ello es lo que le ha pasado a los turistas que han quedado varados en el extranjero, no ha habido ningún organismo público capaz de obligar a la empresa en cuestión a responder debidamente a sus consumidores.

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¿Pero es procedente que ahora la CNC vaya a la Contraloría? Antes fue al TC y logró derribar el corazón de la ley.

-Cualquier gestión que se haga para debilitar más aún al Sernac va a terminar en un bumerán, generando la obligación de sacar una institución realmente más poderosa y que defienda a los que debieran ser los más importantes del mercado, que son los consumidores.

¿Mantiene sus dichos de que con estas acciones el comercio estaría defendiendo al mal comerciante?

-Es imposible que uno evite tener miedo respecto de normas que son sancionatorias, pero efectivamente los que debieran tener miedo son los que no se portan bien. Cuando surge una ley que castiga con muchos años de cárcel un determinado delito a mí no me da ningún miedo porque no pienso cometerlo. Hay en esto una especie de trampa, o sea, por qué hay tanto cuidado respecto de una sanción frente a una falta que si uno no la va a cometer, no se explica porque va a estar tan atemorizado. Ese es el fondo del tema y por eso es que hice las declaraciones que hice en su momento.

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¿Pese a la nueva controversia que se generó con la revisión del proyecto en Contraloría, cree que la mejor forma de aclarar los vacíos del nuevo Sernac es con una ley corta?

-No tenido la ocasión de conversarlo, pero aparentemente en el gobierno hay una idea de poder generar una nueva ley que sea consistente, porque tal como quedó la legislación hay áreas que son ambiguas. También la opinión pública está más a favor de los consumidores que de las malas empresas, en eso no hay donde perderse desde el punto de vista político.

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