Esta semana se conoció una noticia trascendental para el país. La licitación eléctrica para clientes regulados en la cual el precio promedio alcanzó su menor nivel desde que se tiene registro: US$47,6 por MWh. Es decir, un 40% por debajo de la media de la última licitación y un 63% respecto del proceso de 2013. Con este concurso se buscó abastecer las necesidades de los clientes del país por 20 años desde el año 2021. Con esto se liberarán inversiones por entre US$3.000 millones y US$5.000 millones, dependiendo de la forma en que estas se valoricen.

Los beneficios serán tener una economía más competitiva desde el punto de vista de las inversiones, lo que se traducirá en un mayor crecimiento potencial que, según los cálculos del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, podría subir 2,5 puntos porcentuales.

Obviamente en algo ayudó la caída internacional de los precios de los combustibles, así como la menor demanda de energía por el crecimiento más bajo, pero gran parte del mérito de esta exitosa licitación se lo lleva el ministro de Energía, Máximo Pacheco, puesto que fue clave en el aumento del interés de actores internacionales la adecuación de la ley de licitaciones que redujo la incertidumbre para los inversionistas. De esta manera, su gestión generó las condiciones para una mayor competencia en el sector.