La Dirección de Presupuestos (Dipres), ratificó lo varios analistas y agentes del mercado esperaban: La deuda pública escaló hasta los US$68.936.200.000 representando el 23,6% del Producto Interno Bruto (PIB), alcanzado el mayor nivel en los últimos 24 años (en 1993 llegó a 28,3%).
De esta forma, la deuda pública del país evidenció un fuerte deterioro en el último ejercicio, con un incremento de más de US$15 mil millones respecto a lo registrada en 2016. Más aún, la deuda del Gobierno Central más que se triplicó desde 2010 (cuando apenas superaba los US$20.357 millones), dando cuenta de un relevante ritmo de crecimiento, situación que ha sido cuestionada por las clasificadoras de riesgo.
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Ante este escenario, los expertos advierten que el espacio para que el gasto público se expanda se reduce lo que complicará aún más el manejo fiscal del Gobierno entrante.
Cecilia Cifuentes, académica de la Universidad de Los Andes, señaló que "la estrategia fiscal del próximo Gobierno debería apuntar a hacer esfuerzos por ir disminuyendo el déficit estructural y efectivo. Si bien es probable que la deuda siga subiendo porque indudablemente habrá déficit fiscal, lo importante es que sea a un ritmo bastante moderado de lo que fue en el Gobierno anterior", precisó la experta.
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Para Cifuentes, el objetivo del Gobierno deberá apunta a ir disminuyendo de manera gradual la trayectoria del déficit fiscal efectivo, ya que esa es la única forma de ir estabilizando el nivel de la deuda pública. "No se puede hacer en forma brusca porque podría generar efectos negativos, pero sí es importante para que marque una tendencia. No puede seguir aumentando al ritmo que se hizo en estos cuatro años". Con respecto al espacio para que crezca el gasto público, la economista dijo que "el espacio para que el gasto se expanda dentro de los próximos cuatro años es bien reducido, de hecho debería ser del orden de 2,5% real promedio".
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Erik Handl, académico de la Universidad Gabriela Mistral, subrayó que si se considerarán la deuda de las empresas públicas, el porcentaje de endeudamiento subiría a 27% del PIB. "Se debe estabilizar la relación deuda PIB. Para ello, si bien es importante ir reduciendo déficit fiscal estructural, lo trascendental es ir acortando la evolución del déficit fiscal efectivo, ya que es esta variable la que permite estabilizar la deuda". El académico de la Universidad de Chile, Alejandro Alarcón, compartió la visión de que el espacio fiscal se acotó, no obstante, mantiene una visión positiva, en relación a que el mayor crecimiento que tendrá la actividad le permitirá al fisco tener mayores ingresos.
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Nathan Pincheira, economista de Fynsa entregó una mirada más cauta sobre el devenir fiscal del país. "No es un nivel preocupante de deuda, no es un nivel que ni siquiera se acerca a los rangos de deuda que enfrentan otros países de la OCDE". Añadió que "si creemos que los próximos años vamos a crecer más y el precio del cobre se va a encontrar en niveles altos, no debiese haber preocupación".
