Un 8% de la serie B de Embotelladora Andina, equivalente al 4,3% de la empresa, saldrá al mercado el viernes, esto mediante un remate de 40 millones de acciones de propiedad de las hermanas Pamela y Madeline Hurtado Berger, quienes con esta operación buscan diversificar su portafolio y por una posible necesidad de liquidez.

Tras el anuncio de la venta, los primeros rumores apuntaron a la familia Said, quienes están en busca de liquidez en el marco del aumento de participación en Scotia-BBVA. Sin embargo, éstos fueron despejados: las hermanas se desprenderán del total de su participación en la serie B - reciben un 10% más de dividendo que la serie A, y designa a 2 de los 14 directores- y mantendrán su participación cercana al 10% en la serie A.

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Además de la familia Hurtado, Andina tiene otras cuatro familias que son parte del grupo controlador y mientras en la serie B cada una tiene participación a través de sociedades distintas, en la serie A, operan a través de una sociedad única: Inversiones Freire.

Según la memoria 2016 de la empresa, las hermanas Hurtado participan del grupo controlador de Andina a través de la sociedad Inversiones Lleuque Limitada, que resultó de la disolución de Inversiones Chucao Limitada.

Según la documentación enviada a la Bolsa de Comercio, la operación está a cargo de Banchile Corredores de Bolsa y JP Morgan,y tiene un precio mínimo reservado, pero de acuerdo a fuentes relacionadas con el proceso, el valor promedio de venta debiera estar en torno a los $3.000 por papel, explicado por los $23,5 por acción que entregará la compañía como dividendo la próxima seman. Ello, que se traduce en una rentabilidad de 0,8% para quienes compren a ese precio.

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Ayer, en tanto, la acción retrocedió un 4,77%, siendo la de peor desempeño del IPSA y terminó la jornada en $2.952,2.

"Naturalmente un bloque de esta magnitud tendrá un descuento en su precio, pero vemos una caída temporal porque no hay disolución y no se observan nuevas posibles ventas. Mantenemos comprar", comentó Deutsche Bank en un informe publicado ayer tras el anuncio.

Según comentan conocedores del proceso, la venta del paquete ha despertado el interés de inversionistas extranjeros principalmente, aunque también habría retail local.

En el mercado comentan que parte del encanto de la acción viene de la expectativa, que reflota cada cierto tiempo, de que la compañía llegue a un acuerdo y se fusione con Embonor para unificar la operación de Coca-Cola en Chile.

Como las embotelladoras son compañías con un "flujo de caja importante", comenta Guillermo Araya, gerente de estudios de Renta 4, el mercado "siempre está apostando a alguna compra de franquicia".

Desde las corredoras también destacan el momento en que las vendedoras están eligiendo salir de la acción: con la bolsa local en máximos históricos y un IPSA que acumuló un rally de 34% en 2017. En ese periodo, Andina rentó menos que el selectivo, debido al impacto que tuvo en el sector las noticias sobre la reforma tributaria en Argentina, elevándose un 23,26%.

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En términos de valorización, la compañía está en línea con el mercado en general. A nivel de ratio precio/utilidad, Andina-B registró ayer 25,38 veces, mientras que el promedio del IPSA (excluyendo los ratios superiores a 100 y los que marcaron 0) es de 25,5 veces.

Con todo, la mayor diversificación en la compañía podría traer efecto en su presencia en índices globales, más específicamente en MSCI por el aumento del free float.

Esta operación, cuyo resultado se dará a conocer el viernes en la mañana, se da a una semana de que la compañía pague un dividendo de $23,5, recalcan desde el mercado.