¿Qué le parece que los críticos al sistema AFP insistan con el reparto?

Si uno mira por qué le dieron el Premio Nobel a Angus Deaton en 2015 es porque él pone los números y a partir de ahí todo el mundo toma decisiones. Si uno mira la evidencia empírica internacional y ve la esperanza de vida de las personas y cómo estará estructurado el mercado laboral y el mundo demográfico en Chile en los próximos 30 años, el sistema de reparto no aguanta. El sistema de reparto puede servir por 5 o 10 años, pero un sistema de reparto hoy, haciendo una analogía, es como botar basura a la calle y no reciclar. Con la estructura que tenemos hoy, no podemos movernos hacia un sistema de reparto. Además, terminaría con unas tasas de cotización súper altas, ¡con el 10% es imposible! Para que tenga sostenibilidad el sistema, los estudios que existen en Chile y en distintos lados llevan esto al 40%.

Todas las propuestas que haya tienen que estar pensadas en las pensiones. Cuando se discuten temas de competencias hay que pensar si eso aumentará o no las pensiones de la gente. Además, éste es un sector que tiene problemas de legitimidad, por lo que hay que hacerse cargo de muchas cosas. Este es un sector en que durante muchos años no se hizo mucho, hubo un especie de acomodo. Ya no basta con cumplir la ley, en Chile ya no basta sólo la legitimidad legal para operar.

¿Y en ese contexto que hace el sector?

El desafío de hoy es dual: el desafío de las pensiones, pero también hay un desafío de legitimidad muy grande. Esto es un trabajo de lago plazo.

¿Cómo se avanza hacia a legitimidad?

No hay una respuesta. Acá hay que avanzar desde distintos frentes: comunicacionalmente, en todo un tema de educación previsional -que es fundamental y en que efectivamente estamos al debe-, hay que hacer un trabajo fuerte con los usuarios, con los afiliados. Nosotros como asociación no vamos a hacer esto solos, es un trabajo conjunto donde se necesita a las empresas, al gremio, al gobierno.

Tras la renuncia de Tamara Agnic a la superintendencia de Pensiones, ¿qué le parece la llegada de Osvaldo Macías?

Osvaldo es una persona muy técnica, sabe mucho del tema, tiene mucha experiencia en esto. Lo mejor en momentos que tienen cambios es tener contrapartes que son buenas, en todo sentido, técnicamente, políticamente, porque eso ayuda a la discusión. Tengo la mejor impresión de Tamara Agnic, pero sé que hubo varios temas internos complejos.