Fitch Ratings ya sacó sus cálculos sobre la posición en que estarán los bancos para ajustarse a las reglas de liquidez que establece Basilea III, y que en Chile fueron normadas por el Banco Central y la superintendencia del ramo. Las conclusiones principales son dos: los bancos más grandes del país están bien posicionados para cumplirlas, pero las entidades más pequeñas podrían tener dificultades.

Al menos así lo afirmó la clasificadora en un informe donde señala que el buen posicionamiento de los bancos más grandes se da "considerando su franquicia fuerte de depositantes y habilidad para adaptar sus balances. Sin embargo, los bancos con una pequeña base de depositantes minoristas y dependientes del fondeo de mercado podrían tener más dificultades para cumplir los requerimientos y su rentabilidad podría ser presionada", apunta Fitch.

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Con todo, la clasificadora es positiva con las nuevas reglas, y dice que será beneficioso para el sistema bancario, ya que están diseñadas para incrementar la liquidez y el uso de fuentes de financiamiento estables, así como mejorar la capacidad de recuperación durante las recesiones cíclicas.

Adicionalmente, Fitch recuerda que el país está introduciendo progresivamente nuevos requisitos para alinear la regulación local con Basilea III. Ejemplo de ello son el Coeficiente de Cobertura de Liquidez (LCR, por sus siglas en inglés), y el Coeficiente de Financiación Estable Neto (NSFR, por sus siglas en inglés).

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En esa línea, Fitch estima que el LCR promedio de los bancos chilenos ya está por encima del nuevo requisito mínimo del 100%, y el NSFR promedio estaría en casi 80%. "Esto refleja la disciplina de liquidez más estricta de los bancos desde la última crisis financiera mundial, y un financiamiento doméstico estable respaldado por una base amplia de depósitos minoristas", señala Fitch.

El análisis de la clasificadora va más allá: el informe dice que los cuatro mayores bancos del país (Santander, Banco de Chile, BCI y BancoEstado), que representan 77% de los activos totales de la industria, están en camino de cumplir con los requisitos de LCR y NSFR.

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Eso sí, destaca que aún no se ha publicado un tratamiento específico sobre requisitos de liquidez de los bancos más pequeños, pero aún así la agencia estima que algunos de ellos podrían tener dificultades para adaptar sus balances y cumplir con requisitos mayores.

Esto, considerando la dependencia que tienen de la financiación mayorista y su flexibilidad financiera limitada, explica. "Sus ganancias podrían verse parcialmente afectadas por la necesidad de mantener una proporción mayor de títulos de bajo rendimiento para cumplir con los requisitos de liquidez", apunta sobre las entidades más chicas.

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Fue en 2015 cuando el Banco Central decidió publicar una norma que busca alinear la regulación chilena con Basilea III, introduciendo el LCR, indicador resultante del cociente entre los Activos Líquidos de Alta Calidad (ALAC) y los egresos netos estresados, mientras que el NSFR busca limitar la excesiva dependencia de la financiación mayorista a corto plazo.

La clasificadora recuerda que actualmente los bancos locales se financian principalmente por el mercado doméstico, donde los depósitos de clientes representan el 65% del financiamiento total. Esto es complementado con emisión de deuda tanto en los mercados del país como internacionales, para respaldar las necesidades de financiamiento a largo plazo. "La deuda internacional está bien diversificada por contrapartes y según el perfil de vencimiento. El mercado interno de capitales de Chile es bastante profundo y está creciendo. El uso de los bancos del financiamiento mayorista nacional es amplio, pero razonablemente estable, ya que gran parte proviene del gran sistema de fondos de pensiones del país", detalla Fitch.