La agencia de calificación de riesgo, Fitch elevó la nota soberana de España a "A-" desde "BBB+", con panorama estable. El alza, según explicó la clasificadora, se produjo por una reducción de los desbalances macroeconómicos.
Fitch sostuvo que España ha mostrado una recuperación fuerte y con una base relativamente sólida.
En tanto, destacó que los eventos relacionados con la declaración de independencia del Gobierno de Cataluña -a la cual la agencia calificó como "muy improbable"-, remarcan los riesgos políticos que afronta España.
Sin embargo, puntualizó en que, hasta ahora, el impacto económico generado por el conflicto social, ha sido limitado.