El Producto Interno Bruto de Chile debería crecer un 3% en 2018 y un 3,2% en 2019. Esta es una de las principales conclusiones para el país que fueron obtenidas del último informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) llamado "Latin America and the Caribbean in 2018: An Economic Recovery in the Making", el que fue publicado ayer por el organismo internacional.

La recuperación económica será el principal fenómeno que vivirá gran parte de América Latina y el Caribe durante los próximos años. La causa principal de este auge económico tiene que ver con las proyecciones de los valores de las materias primas a nivel global, ya que la gran mayoría de los países analizados son economías exportadoras de este tipo de productos.

[ze_adv position="adv_300x100" ]

"El crecimiento mundial y el comercio internacional están cobrando ímpetu y, según nuestras previsiones, ese auge continuará en 2018. El aumento de los precios de las materias primas también ha colaborado en el repunte de la región", declara Alejandro Werner, Director del Departamento del Hemisferio Occidental Datos Biográficos, el que publicó la información sobre la zona centro y sudamericana en el Blog del FMI.

Chile repunta gradualmente

El informe señaló que el arranque económico del país en 2017 fue lento; sin embargo, registró un alza en el segundo semestre. Misma tendencia que debería seguir a lo largo de 2018, lo que elevaría la proyección de crecimiento a 3% para este año, lo que implicaría un avance de 1,3 puntos porcentuales respecto del crecimiento estimado de 2017: 1,7%.

Los principales factores tienen que ver con el alza sostenida en el precio del cobre en los últimos meses, junto con una mayor confianza empresarial: en gran medida los empresarios dejaron de lado la incertidumbre política que trajo la elección presidencial, en la que fue electo Sebastián Piñera.

[ze_adv position="adv_300x250-A" ]

Junto con lo anterior, la entidad consigna que el consumo y las exportaciones fueron los que más impulsaron el crecimiento durante 2017. Además, agrega que "la inversión ya no es más un lastre, y se prevé que sea un factor importante para la aceleración del producto este año y el próximo.

Dentro de los países de América Latina revisados por el FMI, Chile sería el segundo país que más crecería en 2018 junto a Colombia, ya que la economía peruana liderará esta cifra con un 4% estimado.

[ze_adv position="adv_300x250-B" ]

Latinoamérica dividida

A pesar de que la mayoría de las noticias para la región son positivas, algunos países se quedarían atrás. Tal es el caso de Argentina, Ecuador y, más notoriamente, Venezuela. Los dos primeros presentarían un crecimiento menor respecto al 2017, de entre 0,3 y 0,5 puntos porcentuales más bajo. En el caso del país dirigido por Maduro, se espera que crezca 1 pp menos, lo que lo dejaría en 2018 con una recesión económica de 15%. Aunque el FMI también prevé que esta situación se revierta gradualmente en 2019 y que la recesión solo esté en torno al 6%.

[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]

Incertidumbre en la zona

Son 7 los países de la región que deberían elegir nuevo mandatario durante 2018. Desde Costa Rica en febrero, hasta Venezuela en diciembre. Este escenario electoral, de acuerdo al FMI, podría "hacer trastabillar la recuperación (económica) de la región". Las principales preocupaciones tienen que ver con países en los que un nuevo Presidente proponga medidas aislacionistas, sobre todo, en las economías avanzadas de la zona.

No sólo los factores políticos podrían distorsionar las proyecciones de la institución, ya que agregan que las tensiones geopolíticas mundiales o los fenómenos meteorológicos extremos podrían hacer la incertidumbre aún mayor.

Además, se suma una nueva circunstancia que podría generar dudas en los países del informe: las decisiones de economías externas. Bajo esta tendencia, el Fondo Monetario Internacional señala que "las condiciones en los mercados financieros podrían hacerse más restrictivas si la inflación aumentara más de lo esperado en Estados Unidos o si las vulnerabilidades financieras internacionales se acumularan debido a una toma excesiva de riesgos durante el dilatado período de tasas de interés muy bajas y escasa volatilidad de los precios de los activos".