El Fondo Monetario Internacional (FMI)se metió de lleno en la disputa comercial entre Estados Unidos y China al presionar a Beijing para que mejore la protección de la propiedad intelectual, una de los reclamos que ha realizado la Casa Blanca en contra de su rival.
"Cada país tiene una responsabilidad para mejorar el sistema comercial mirando sus propias prácticas… esto incluye proteger de mejor manera la propiedad intelectual y reducir las distorsiones de las políticas que favorecen a las empresas estatales", aseguró Christine Lagarde, directora gerente del FMI, en un discurso realizado esta madrugada en Hong Kong.
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Uno de los argumentos usados por Donald Trump para imponer aranceles sobre US$50 mil millones de productos chinos fue el supuesto robo por parte de China de la propiedad intelectual de las firmas estadounidenses.
Lagarde reiteró su llamado a los gobiernos a "mantenerse alejados del proteccionismo en todas sus formas" y precisó que "la historia muestra que las restricciones de importaciones dañan a todos, especialmente a los consumidores más pobres".
Lagarde destacó que el sistema de comercio global "ha transformado nuestra mundo durante la última generación", pero advirtió que "ese sistema de reglas y responsabilidad compartida ahora está en peligro de ser destruido". A su juicio, esto "sería un fracaso colectivo inexcusable de política".
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SÓLIDO CRECIMIENTO
En cuanto a la perspectiva para la economía mundial, la jefa del FMI mostró una visión optimista.
"Actualmente, el mundo está experimentando una sólida recuperación... y como verán en nuestro pronóstico la próxima semana, continuamos estando optimistas", aseveró.
El organismo actualizará sus estimaciones para el PIB global a inicios de la semana que viene, lo que servirá como base para las discusiones que se realizarán en las Reuniones de Primavera del FMI y del Banco Mundial, las que se desarrollarán entre el 20 y 22 de abril.
En enero, la entidad anticipaba una expansión de 3,9% en 2018 y 2019.
Lagarde instó a las autoridades de todo el mundo a aprovechar este buen momento para implementar reformas.
"La ventana de oportunidad está abierta", manifestó, antes de alertar de una "nueva urgencia" dado que "las incertidumbres han aumentado significativamente, desde las tensiones comerciales hasta crecientes riesgos fiscales y financieros y una geopolítica más incierta".
En cuanto a las amenazas fiscales, la autoridad acotó que "después de una década de condiciones financieras flexibles, la deuda global -tanto pública como privada- ha alcanzado un máximo histórico de US$164 billones (millones de millones)".
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