El nuevo director ejecutivo de Enel, el grupo eléctrico italiano, planea elevar el gasto de capital en las economías emergentes, de manera que la empresa pueda crecer mientras los mercados de energía europeos sigan eclipsados por la débil demanda y la incertidumbre política.

Francesco Starace, que fue nombrado para dirigir Enel el mes pasado, le dijo a Financial Times que quería hacer que la empresa creciera de nuevo, pero manteniéndose en el marco financiero que él heredó, que pretende recortar las deudas del grupo.

En 2013 los ingresos de Enel cayeron 5% hasta €80.500 millones, aunque las ganancias subyacentes después de impuestos subieron 10% a €3.120 millones.

Starace dijo que el gasto de capital del grupo podría ser “rebalanceado” y que planeaba reformar su estructura organizacional para hacerlo posible.

“Tenemos que elevar la eficiencia de nuestras operaciones y la forma de gestionar nuestras plantas”, señaló.

El capital que sea liberado por estas reformas se iría principalmente a los mercados emergentes, sugirió, porque ahí es donde el aumento en la demanda eléctrica es más fuerte, aseguró.

Dijo que África, América y Medio Oriente eran áreas donde Enel estaba mirando para una posible expansión, destacando a las plantas a gas y a las energía renovables como la solar y la eólica, como áreas de inversión.

En 2013, Enel recibió 42% de sus ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda) de mercados emergentes, y como su antecesor, Fulvio Conti, Starace espera que esa proporción suba.

En los próximos cinco años, explicó Starace, Enel planea un gasto de capital en torno a €27.000 millones, de los que cerca de €18.000 millones se destinarán a mantener las plantas de electricidad actuales y otros activos, y €9.000 se utilizarán en crecimiento. Él busca llevar parte del gasto planeado para mantención hacia proyectos de expansión adicionales.

Las reformas organizacionales que deberían apoyar ese esfuerzo incluyen cambiar algunas de las actividades, como la gestión de proyectos, lejos de los actuales gerentes nacionales, hacia funciones más globales.

Si la productividad del gasto de capital del grupo puede mejorarse en 10%, señaló Starace “repentinamente se tienen €2.700 millones y hay muchas cosas que se pueden hacer con eso”.

En 2007-09, Enel compró Endesa España, en la cual tiene una participación de 92%, y ha estado trabajando en recortar su endeudamiento desde entonces, pero su deuda neta sigue en €39.900 millones a fines del año pasado, o cerca de 2,5 veces su Ebitda.

Starace también reiteró el compromiso de Enel en desinvertir por un total de €4.400 millones este año, mencionando que las operaciones específicas que serían vendidas aún no han sido identificadas, pero que Enel estaba observando a “clusters de activos”, agrupados por región, que quedarían a disponibles.

Analistas han sugerido que Eslovaquia, donde Enel tiene una participación de 66% en la eléctrica estatal, y está construyendo una nueva planta de energía nuclear, es una posible candidata a ser desechada.

A largo plazo, contó Starace, Enel buscaría invertir para crecimiento en Europa, pero eso requeriría una mayor certidumbre sobre la política energética de la Unión Europea, incluyendo perspectivas de energía renovable y el esquema de transacciones de emisiones de dióxido carbónico, los que están sujetos a un intenso debate, de parte de los estados miembros.

Renovables y a carbón
Starace ve un futuro brillante para que las plantas que operan con gas y las fuentes de energía eléctrica renovables funcionen en conjunto.

En EEUU, el gas barato que se originó después del boom del gas shale ha amenazado la economía de origen solar o eólica, pero Starace, quien antes estuvo a cargo de la subsidiaria de renovables del grupo, Enel Green Power, defendió que ambas tecnologías son complementarias.

En particular, señaló, las renovables que no están expuestas a los riesgos de los precios del combustible son valoradas como cobertura frente a incrementos posibles en el costo del gas.

Los precios del gas en EEUU han caído producto del shale, pero nadie está seguro de que se mantendrán así de bajos. Según Starace, “si uno quisiera saber el precio del gas shale de ahora a cinco años, nadie podría decirlo”.

Él ve oportunidades para Enel, sobre esta base, en EEUU y en los mercados emergentes.

En Chile, Enel Green Power, que es 68,3% propiedad de su matriz, está construyendo la planta de energía solar más grande del país. También está desarrollando proyectos solares en Sudáfrica, y ya pre-calificó para un programa de desarrollo eólico en Marruecos.

Starace dice que la eficiencia de la generación de energía renovable está mejorando cada año.

En partes de Estados Unidos, dice, las turbinas eólicas pueden generar electricidad por cerca de US$30 por megawatt hora, lo que es “muy muy competitivo”, y también recibe la ayuda del crédito tributario por generación.

Incluso sin ese crédito, que ya no está disponible para nuevos proyectos, la energía eólica puede ser producida por US$40-US$45, agregó.

“Las máquinas se están haciendo más baratas y están haciendo un trabajo mejor año a año”, sostuvo el director ejecutivo de la empresa.

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