El argentino Luis María Bonini, preparador físico de la selección chilena en la época de Marcelo Bielsa, murió en la madrugada de este jueves a consecuencias de un cáncer gástrico.

De 67 años, Bonini fue diagnosticado hace un año de su enfermedad y volvió a Chile el pasado junio para someterse a un tratamiento de inmunoterapia, sin resultados debido al rápido avance de su enfermedad.

Cuando Bonini volvió a Chile, Marcelo Bielsa se trasladó también a Chile para acompañarle y ahora, según medios franceses y locales informaron que probablemente haya viajado de nuevo.

De hecho, el Lille, su actual club, anunció que el "Loco" había sido suspendido de su cargo por abandono del trabajo, en medio de rumores de despido a causa de la mala campaña del equipo, que está penúltimo en la liga francesa.

Bonini llegó a Chile en 2007, como integrante del equipo de ayudantes de Bielsa, con quien también había colaborado en la selección argentina.

Otro colaborador del "Loco" era Eduardo Berizzo, actual técnico del Sevilla español, a quien le fue diagnosticado esta semana un cáncer de próstata.

El último trabajo futbolístico que ejerció Luis María Bonini fue como preparador físico de la Universidad de Chile en 2016, cuando el conjunto universitario fue dirigido por Sebastián Beccacece, quien fue ayudante de Jorge Sampaoli en la selección chilena y hoy es parte del equipo del mismo técnico en la selección argentina.

Además de preocuparse de la condición física de los jugadores de la Roja, Bonini conquistó el aprecio de los futbolistas y se hizo famoso por la forma en que se dirigía a ellos, varios de los cuales manifestaron en los últimos días su preocupación por su estado de salud, entre ellos Gary Medel, Jorge Valdivia y Pedro Morales.

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Su anécdota más difundida es una arenga a Humberto 'Chupete' Suazo en el estadio Centenario de Montevideo cuando los jugadores entraban a la cancha en las eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010 (2-2), recogida en el documental "Ojos Rojos":

"Vamos Carajo, Chupete y la concha de tu hermana, vamos Chupete, Carajo, que te quiero ver, papá", le gritó Bonini al jugador, máximo goleador de esa serie eliminatoria.

En el Mundial de Brasil 2014, Bonini estuvo como comentarista de un canal chileno de televisión y en un partido los jugadores de la Roja lo vieron a un costado de la cancha, lo rodearon y colectivamente le corearon la ya célebre arenga.

A través de redes sociales distintos futbolistas y seleccionados que trabajaron con el ayudante, comparten mensajes agradeciendo el aporte de Bonini al fútbol chileno.

Aquí algunos mensajes de los seleccionados: