El Gobierno de Brasil le ordenó al Ejército tomar el mando de las fuerzas policiales en el estado de Río de Janeiro con el objetivo de contener la violencia de las bandas de narcotraficantes, que "virtualmente han tomado" el área metropolitana, dijo el presidente Michel Temer.

La medida podría retrasar la votación del proyecto de ley de reforma al sistema de pensiones, que requeriría un cambio en la Constitución. Las enmiendas constitucionales están prohibidas durante las intervenciones federales.

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Los hechos de violencia han crecido en Río de Janeiro en los últimos años, con un alza de 8% de las muertes violentas el año pasado frente al anterior y de 26% en comparación con 2015, de acuerdo a estadísticas del Gobierno del estado de Río.

El Ejército fue desplegado en Río en los últimos años en un esfuerzo para controlar la violencia, principalmente en las favelas del área metropolitana, en las que las poderosas bandas de narcos y milicias de paramilitares chocan entre ellas y con la policía.

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Durante las celebraciones del Carnaval, que terminaron el miércoles, las imágenes de bandas de jóvenes asaltando a grupos de turistas fueron emitidas una y otra vez en la televisión nacional, algo que se sumó a las preocupaciones por la posibilidad de que la seguridad se haya salido de control.