El gobierno de Venezuela fijó topes para la venta de gasolina en el oeste del país a fin de evitar el contrabando, al que atribuye la escasez del combustible en los últimos días.
Una comunicación del ministerio de Petróleo, conocida este martes por la AFP, ordena a las distribuidoras vender un máximo de 30 litros a los automóviles sedan, y hasta 35 litros a las camionetas y algunos vehículos de carga.
La directriz, que no precisa la periodicidad con qué podrán recargar los conductores ni los mecanismos de control, excluye los transportes de alimentos, productos perecederos, medicinas -en grave escasez- y de prensa.
El objetivo es enfrentar el contrabando y la reventa de gasolina por parte de usuarios que se "abastecen en varias oportunidades", señala el ministerio.
La regulación se mantendrá "hasta lograr el equilibrio en el abastecimiento de combustible", y abarca los estados occidentales de Barinas, Portuguesa, Apure, Lara y Cojedes, añade el documento.
Venezuela tiene las mayores reservas petroleras y la gasolina más barata del mundo: con un dólar a la tasa del mercado paralelo se pueden comprar 112.000 litros de 91 octanos.
Según pobladores del estado de Táchira, algunas personas revenden envases de 20 litros de gasolina hasta en 350.000 bolívares, es decir, un valor que excede 17.500 veces el precio oficial.
En tanto, el gobierno del presidente Nicolás Maduro ha denunciado que las sanciones económicas de Estados Unidos contra Venezuela han complicado la importación de gasolina.