Las cámaras de GoPro parecen no poder frenar su caída en picada.
La proyección de ingresos de la empresa está muy por debajo de las estimaciones de los analistas tras un trimestre con ventas navideñas decepcionantes y el anuncio de la salida de Jack Lazar, máximo responsable financiero.
Las acciones de GoPro, que han caído un 89% desde que alcanzaron un récord en octubre de 2014, bajaron otro 9% en las negociaciones prolongadas.
La demanda de dispositivos Hero de GoPro está empezando a disminuir. Mientras la compañía está desarrollando un software que hará que sea más fácil editar y compartir videos, también está luchando por encontrar clientes más allá de su núcleo de fanáticos.
Los ingresos fueron de US$436,6 millones, lo que se compara con la estimación promedio de US$434,9 millones luego de que la compañía anunció sus resultados preliminares el 13 de enero y que dijo que eliminaría el 7% de su fuerza laboral.
Las ventas de GoPro recibieron un golpe cuando tuvo que reducir a la mitad el precio de su último modelo, la Hero4 Session. Para cuando GoPro bajó su costo, en diciembre, de US$400 que costaba cuando se lanzó en julio a US$200, el exceso de inventario ya se había acumulado, impactando en los márgenes del cuarto trimestre.
Ese impacto parece prolongarse y GoPro prevé ingresos en el primer trimestre de 2016 de entre US$160 millones y US$180 millones, en comparación con la estimación promedio de los analistas de US$287,3 millones.
GoPro también lanzará en marzo su propio dron llamado Karma.