La ONG ambientalista Greenpeace afirmó este martes que el arrecife de coral descubierto en la desembocadura del río Amazonas, al norte de Brasil, se extiende también por áreas donde el grupo francés Total pretende buscar petróleo.
La formación coralina de agua dulce fue descubierta en 2016, pero ahora científicos a bordo de un barco de Greenpeace constataron "evidencias" de que su extensión es mayor de lo que pensaban y abarca áreas de prospección de Total, a 120 km de la costa norte de Brasil.
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"El descubrimiento prueba la existencia de una formación de arrecife en el área e invalida el Estudio de Impacto Ambiental de Total, que afirma que la formación de coral más cercana está a 8 kilómetros de uno de los bloques de petróleo", precisa el comunicado de la ONG.
Total se negó a hacer comentarios.
"Ahora que sabemos que la extensión de los arrecifes se solapa con el perímetro de los bloques de Total, no resta otra opción al gobierno brasileño que negarle a la compañía la licencia para extraer petróleo en la región", afirmó Thiago Almeida, jefe de la Campaña "Defienda los corales de la Amazonia" de Greenpeace.
Los investigadores describieron el área recién explorada como una región de rodolitos, algas coralinas que componen el hábitat de los arrecifes.
"Cuanto más investigamos sobre los arrecifes del Amazonas, más descubrimos. Aún sabemos muy poco sobre este fascinante ecosistema, pero el conocimiento que tenemos hasta ahora indica que la extracción de petróleo en esta área podría dañarlo seriamente", añadió el oceanógrafo Fabiano Thompson, profesor de la Universidad Federal de Rio de Janeiro.
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Total se asoció en 2013 con la británica BP y la brasileña Petrobras para comprar bloques de exploración en la desembocadura del Amazonas. Pero todavía no obtuvieron el permiso de las autoridades para iniciar el trabajo.
El Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) hizo numerosas observaciones al estudio de impacto ambiental de Total, en particular sobre la posible dispersión de contaminantes en el área que pretende explorar.
El gobierno suspendió hasta 2019 el proceso de licitación a la espera de una conclusión del proceso de licenciamiento ambiental.