Tengo un objetivo fundamental. Quiero que los trabajos y la riqueza se queden en Estados Unidos". Esta fue la premisa fundamental que Donald Trump esgrimió mientras era candidato presidencial y ya como inquilino de la Casa Blanca ha cumplido su palabra con la rebaja de impuestos recientemente aprobada. Pero no fue un movimiento menor, ya que el gravamen para las empresas pasó de 35% a 21%, lo que se ubica por debajo del promediode 25% que exhiben los países de la OCDE.
El paso dado por Estados Unidos ha sido replicado por otros países desarrollados, algunos ya con acciones concretas y otros con propuestas para sumarse a esta tendecia que se ha desatado a nivel internacional. Claro que también está llegando a la región, con Argentina como un ejemplo de ello.
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Aún es temprano para aventurar quiénes serán los verdaderos ganadores y los perdedores de esta "guerra", pero lo concreto y lo importante es que para una economía pequeña como la chilena es fundamental mantenerse competitiva. Dado que distintos países del mundo están apuntando en esa dirección, el desafío para Chile está más que claro. Y en este escenario, las nuevas autoridades no pueden eludir dicho objetivo como parte de sus metas.