De dulce y agraz estuvieron ayer los ánimos de la Nueva Mayoría.¿La razón? Las palabras del candidato presidencial del bloque, Alejandro Guillier, que en entrevista con PULSO, dijo que "no tengo que hacer guiños al Frente Amplio, tengo que proponer un muy buen programa para Chile. Esto no se trata de empezar a concesionar el programa de gobierno, porque sería una señal de falta de gobernabilidad".
Sus dichos encendieron la alarmas al interior de los partidos del oficialismo, pues muchos vieron en esa frase un traspié para conquistar al electorado que en primera vuelta votó por las propuestas de Beatriz Sánchez.
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La molestia principal se centró en el Partido Comunista, y en algunos sectores del PPD y el PS, donde coincidieron que faltaba una señal potente en lo programático en temas como la condonación de la deuda del CAE, NO + AFP y asamblea constituyente, todos puntos claves para el electorado del Frente Amplio y en los cuales, Guillier había dado señales de "gradualidad".
Además, en la colectividades hubo evaluaciones dispares del tono que usó el candidato para dirigirse a los personeros del emergente bloque, a los que pidió que "no desperdicien ni desoigan la historia", provocando la molestia de sus principales dirigentes.
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Sin embargo, Guillier insistió ayer en su punto y aseguró que "el momento histórico que vive el país exige responsabilidad y no caricatura. Espero que todos se pongan a la altura de las circunstancias".
Las palabras del candidato no ayudaron mucho según algunos los dirigentes de la Nueva Mayoría y por ello, en privado varios esperaban que en el acto de relanzamiento de la campaña en el Teatro Coliseo - que se realizaba hasta el cierre de esta edición- fuera la oportunidad para mejorar el mensaje y con ello, calmar los ánimos con el FA.
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Y algo de eso se vio, pues en el discurso del candidato oficialista se realizaron anuncios que si bien no cumplen con todas las peticiones del bloque emergente, sí pueden ser consideradas propuestas intermedias. La más importante fue en educación, donde aseguró que pondrá fin al CAE. Si bien había adelantado su fórmula a 10 años, agregó que en su eventual gobierno se eliminará de inmediato la deuda del 40% más pobre de los deudores y que la tasa de interés llegará a cero. Todo con un costo anual de US$ 350 millones equivalente al 0,14% del PIB.
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En materia de pensiones, Guillier explicó que se acabará con el "monopolio de las AFP", y aunque el sistema de capitalización individual se mantendrá, indicó que se trabajará en "un sistema alternativo donde las personas tendrán la libertad para elegir dónde pondrán sus ahorros".
En salud, reiteró su propuesta de un fondo solidario nacional, que con el 3% de la cotización obligatoria, se realizará un seguro de atención primaria universal. Además, confirmó la integración a su programa del Auge del Adulto Mayor y la propuesta que impulsó Carolina Goic sobre una ley del Cáncer.
En el área constitucional, no apostó directamente por una asamblea constituyente, sino por el camino que inició el Gobierno, de proponer una Convención Constituyente a través de la reforma al capítulo XV de la Carta Magna y en caso que no logre el apoyo en el Congreso, se enviará una reforma para convocar un plebiscito.
El rechazo del Frente
Pese a los anuncios que ayer realizó el candidato, los dichos de Guillier a PULSO no cayeron bien en el Frente Amplio y durante todo el día manifestaron su molestia, asegurando que se alejó de un eventual acuerdo con ellos y dificultó cualquier intento de generar acercamientos.
"Leo la entrevista y veo un conjunto de declaraciones que indican más de lo mismo. Es, realmente, preocupante lo que el candidato Guillier señala", dijo ayer el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp (MA), quien acusó al abanderado de paternalista. "Esa no es forma de tratar a una fuerza política que es casi equivalente y que casi pasa a segunda vuelta hace una semana", agregó.
La misma crítica tuvo Carlos Ruiz, "ideólogo" del bloque, quien planteó que "no puede tratar a los dirigentes como niños. Entiendo que los rostros son jóvenes, pero el FA es mucho más heterogéneo y hay que tratarlo con más respeto, conversando como iguales".
El diputado Gabriel Boric (MA) agregó que "los votantes del Frente Amplio sí quieren transformaciones más estructurales, y Guillier tiene que decidir por tanto si pierde dejando contento a Larraín Matte o si gana sintonizando con sus votantes y con quienes votaron por el Frente Amplio".
Y Francisco Figueroa, coordinador de Izquierda Autónoma, planteó que "fuerzas que obtienen 20% y 22% de apoyo deben relacionarse como iguales", por lo que lo emplazó a acoger las propuestas del bloque.
Segunda vuelta
El miércoles, el Frente Amplio tendría una postura común sobre qué hacer en segunda vuelta, de acuerdo a las discusiones que han dado los grupos que lo componen. Y hasta anoche, 12 de las 14 colectividades ya habían tomado una decisión.
Izquierda Autónoma, Nueva Democracia, Movimiento Democrático Popular (de Alberto Mayol), Movimiento Democrático Progresista, Izquierda Libertaria y el Movimiento SOL coincidieron en que sólo podrían evaluar un apoyo a Guillier si acogía demandas sociales y políticas, como el fin de las AFP, la condonación total del CAE y levantar una asamblea constituyente, entre muchos otros.
Los partidos Humanista, Liberal y Poder también emplazaron al abanderado a adoptar algunos ejes del programa del FA, pero a diferencia de los anteriores, dieron de inmediato libertad de acción a los electores. Mientras que los partidos Igualdad, Ecologista Verde y Pirata dijeron que no apoyarán a Guillier y no lo emplazaron a tomar posturas.
Los otros dos colectivos por definirse son también los conductores del bloque: RD está realizando un plebiscito que termina hoy mientras que Movimiento Autonomista entregaría su postura el miércoles. Pero se espera que ambos referentes se ubiquen en el primer grupo.