Pese a que obtuvo el segundo lugar estrechamente, en el aire del comando de Alejandro Guillier se respiraba triunfalismo y los abrazos, las caras sonrientes y la llegada de los dirigentes históricos de los partidos que respaldaban esta candidatura -Radical, PPD y PS- se multiplicaban.

Las cifras retratan una verdad objetiva: que la tercera opción de la candidata del Frente Amplio (FA) le estuvo pisando los talones a Guillier al alcanzar un 20,28%, 2,4 puntos porcentuales (pp) menos equivalentes a sólo 156.127 votos. Y en una primera etapa el inesperado respaldo que obtenía la postulante del FA tenía nerviosos a los principales articuladores del comando, tanto así que el coordinador general de la campaña, Osvaldo Correa, junto al encargado territorial, Arturo Barrios, debieron salir del hotel que hospedaba a los "invitados" del senador y a la prensa, para fumar un cigarro, debido a que los primer cómputos hablaban de un virtual empate.

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Pero una hora más tarde, consolidada la diferencia ambos aparecieron vociferando el "se siente, se siente Guillier presidente", y repartiendo saludos a diestra y siniestra. A nadie ya le importaba que la distancia con el FA fuera estrecha, sino que sólo se miraba hacia arriba reafirmando un escenario que ninguna encuesta preveía y que en el mismo comando consideraban irremontable: que la diferencia fuera más allá de 15 puntos. Finalmente, hasta el cierre de nuestra edición, hubo 14 puntos de distancia con Sebastián Piñera el candidato de la oposición.

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Demás está decir que las noticias que llegaban desde el comando del ex Presidente, ubicado a pocas cuadras, ayudaban a la satisfacción general. Así lo reafirma el comentario del senador Juan Pablo Letelier (PS): "La segunda vuelta está absolutamente abierta. Lo cierto es que Piñera tuvo un techo por debajo de lo que pensaba, creía que esto era carrera corrida, pero a caballo pillado, caballo ganado. Se le pilló a Piñera, no fue capaz de obtener el 40%".

Apoyo a la reformas

Asimismo, si al inicio de la elección había alguna duda respecto de la adhesión de la ciudadanía a las reformas, a medida que se conocían los resultados se pavimentaron dos certidumbres. Una, que las encuestas se habían equivocado estrepitosamente al no anticipar la alta adhesión a Sánchez y otorgar un elevado respaldo a Piñera -incluso se mencionó que podría ganar en primera vuelta-.

Lo segundo era el hecho de que sumados todos los votos de los candidatos no derecha llegaban a un 55,5% versus 44,5% de la oposición, lo que se interpretó como un apoyo a las reformas implementadas por la Presidenta Bachelet. "Es claro que la gente quiere continuar la agenda de cambios, y que aquellos que no quieren ni cambios tributarios, ni gratuidad en la educación, no tienen respaldo", acotó el senador Carlos Montes (PS).

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"Creo que el resultado para nosotros ha sido bueno en el sentido de que Piñera no pasó del 40%, y es perfectamente alcanzable, la centroizquierda tiene más votos que la derecha. La gente demostró hoy que quiere seguir adelante con los cambios incluso con cambios más profundos de lo que realizamos como Nueva Mayoría", remató el diputado y presidente del PC, Guillermo Tellier.

En ese ambiente de creciente optimismo llegó el abanderado al podio y entregó un breve discurso con un contundente llamado a los otros "progresistas" a construir un acuerdo. Junto con agradecer los llamados de Carolina Goic y Sánchez y el respaldo del ex Presidente Ricardo Lagos, Guillier señaló: "Hoy ha quedado claro que en el progresismo somos más, pero necesitamos construir una unidad profunda de todos los que estamos por los cambios y vamos a abordar el mandato popular de esta jornada. Tenemos 30 días para ganar y seguir en La Moneda".

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En esta convocatoria, Guillier estaba muy bien acompañado por casi todos los ministros de la Presidenta Bachelet -incluso estaba su jefa de gabinete, Ana Lía Uriarte- que lo flanquearon en el escenario. La segunda vuelta ya empezaba y estaba claro el respaldo de este grupo de "ciudadanos" que como ellos advertían habían acudido al acto de cierre.