De 1,9% a 2%. Ese fue el escueto movimiento que ayer realizó el Ministerio de Hacienda a la Mesa del Sector Público (MSP) para mejorar su propuesta de reajuste sectorial de remuneraciones.

Para buscar un mayor punto de acercamiento con el Ejecutivo, los gremios acordaron bajar de 5% a 4,5% su demanda de incremento salarial. Sin embargo, de acuerdo a lo señalado por el presidente de la Confusam y miebro de la Mesa, Esteban Maturana, el titular de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, planteó a la MSP que a cambio de que siguieran bajando sus pretensiones a un 4%, el Ejecutivo estaba en condiciones de subir a 2,1% su contraoferta.

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"Esto es un hecho inédito, Eyzaguirre pretendía que nos diéramos un porrazo para él subir una décima más; eso era un escenario que nos llevaba directamente al precipicio, un salto al vacío. El Gobierno no puede pretender imponer nuestras velocidades de bajar nuestra oferta sobre la mesa", dijo Maturana.

Las partes volverán a reunirse hoy y mañana para tratar otras materias de la negociación y recién el 23 de noviembre se reabrirá la discusión respecto de guarismos.

La negociación de ayer estuvo precedida de una estrategia más dura, aunque con algunos matices entre los distintos gremios, que convocaron a una jornada de movilizaciones para presionar al Gobierno por un mayor reajuste de remuneraciones.

El llamado surgió a cinco días de las elecciones presidencial y parlamentaria. La estrategia inicial de los empleados públicos era evitar el escenario electoral para zanjar el reajuste, pero como el Gobierno no acogió esa propuesta, optaron por utilizarlo a su favor.

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La idea de la mesa del sector público era hacer ver al Gobierno y a las coaliciones políticas que tiene la capacidad de movilizar a 400 mil electores, que en un escenario de segunda vuelta presidencial podrían ser clave para definir al ganador.

Si bien hay coincidencia entre los 14 gremios que componen el sector público que la movilización es su mejor arma presión, la mayoría de la mesa optó por suavizar el tono de la convocatoria y realizar protestas, en lugar de paralizaciones de funciones.

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Confusam asumió una postura más dura y llamó a un paro nacional. Su paralización continúa hoy miércoles.