La firma nacional Sudamericana de Vapores (CSAV), controlada por el grupo Luksic, se convirtió en el principal accionista de la quinta mayor naviera portacontenedores del mundo tras cerrarse el miércoles la fusión de Hapag-Lloyd y United Arab Shipping Company (UASC).

Hapag-Lloyd, con sede en Alemania, adquirió el 100% de las acciones de UASC, con lo que los controladores de la firma árabe, Qatar Holding y Public Investment Fund de Arabia Saudita, tendrán un 14,4% y un 10,1% de participación, respectivamente.

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Debido a la transacción, los actuales accionistas de Hapag-Lloyd reducirán su participación en la firma fusionada, aunque un futuro aumento de capital de US$400 millones permitirá a Vapores llegar al 25%.

"Esta combinación de negocios (permitirá) una empresa más eficiente y competitiva, con una de las flotas más jóvenes y modernas de la industria, con una cobertura más global y con sinergias anuales de 435 millones de dólares", dijo Oscar Hasbún, gerente general de Vapores.

El cierre de la operación impulsaba las acciones de Vapores en la bolsa chilena, con un alza de más del 2%.

CSAV aprobó en marzo un aumento de capital por US$260 millones para fortalecer su posición accionaria en la firma fusionada.

La empresa chilena, la ciudad de Hamburgo -a través de su sociedad HGV- y el empresario alemán Klaus Kühne (KM) mantendrán un pacto de accionistas, con una participación combinada que superará poco más de la mitad de la propiedad de la nueva compañía.

La empresa combinada, con 230 naves, tendrá una capacidad total de transporte de carga de 1,6 millones de TEUs y volúmenes transportados al año de alrededor de 10 millones de TEUs, con presencia en Latinoamérica, el Atlántico y Oriente Medio.

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