El presidente francés, François Hollande, prometió recortar €30 mil millones en impuestos a las empresas francesas mediante la eliminación de su obligación de financiar el bienestar familiar, en un intento por revitalizar la economía francesa.
En una anticipada conferencia de prensa, Hollande eludió preguntas sobre los reportes de un supuesto romance con una actriz de cine, diciendo que era un asunto privado que se resolvería en privado.
El mandatario, bajo presión para tomar medidas para impulsar la recuperación económica que se está quedando por detrás de sus pares europeos, dijo que revisaría el impuesto corporativo y la burocracia, formando un cuerpo especial para este propósito.
El presidente dijo que las medidas no eran un cambio de política, pero señaló la necesidad de ir "más rápido, más lejos y más profundo".
"Es imperativo que Francia restaure el poder de su economía, no hay tiempo que perder. Francia debe repuntar para retener su influencia en Europa y el mundo".
Prometió más recortes en el gasto público, pero no fue más allá de los compromisos anteriores del gobierno de €15 mil millones en ahorros este año, seguido por €50 mil millones en los próximos tres años.
La promesa de Hollande de un recorte de los costos laborales se suma a una rebaja de impuestos de €20 mil millones ya implantada por el gobierno para las empresas en un intento de restaurar la competitividad de las compañías francesas.
En su discurso de Año Nuevo dirigido a la nación, Hollande se comprometió a recortar el gasto público, reducir los impuestos y aliviar la carga de los costos laborales en los negocios. El anuncio fue interpretado como un cambio hacia un programa reformista más fuerte ante un alto desempleo y lento crecimiento.
La Unión Europea ha demandado que el gobierno socialista enfrente el paso de reformas estructurales para regenerar la confianza y superar los miedos que el desempeño económico débil de Francia, la segunda economía más grande de Europa, amenaza con frenar una recuperación post crisis más amplia en la eurozona.
La federación de empleadores, Medef, había pedido recortes de € 50 mil millones en impuestos sobre las empresas y € 50 mil millones en las cargas sociales sobre el empleo en los próximos cinco años. A cambio, se comprometieron con un millón de nuevos puestos de trabajo.
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