Al medio día de ayer, el general director de Carabineros, Bruno Villalobos, llegó a La Moneda a reunirse con el Gobierno en medio del huracán que desató la operación policial homónima, luego de que la Fiscalía acusara un supuesto montaje en la investigación por ataques incendiarios donde fueron acusados ocho comuneros mapuche.
Villalobos llegó a la cita luego de volver al país desde Miami, a solicitud del Ejecutivo, donde fue para pasar las vacaciones que tenía programadas hasta el 26 de febrero. Las vacaciones se redujeron a dos días, debido principalmente a las numerosas críticas que se desataron desde el mundo político, por haber salido de Chile en medio de la crisis institucional.
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En La Moneda, el general director se reunió con el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, y luego con el titular de la cartera, Mario Fernández, con quienes abordó la investigación que mantiene en pugna a Carabineros y al Ministerio Público.
Y a la salida, Villalobos se limitó a decir que se le impartió instrucciones "sobre la celeridad y la rapidez en las investigaciones que se están llevando a cabo" y que "hay que esperar la verdad judicial que tiene que llegar cuando terminemos todo este proceso y con esas verdad judicial, tomaremos las medidas que sean necesarias".
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Por su parte, Fernández aseguró que en la reunión nunca se habló de una renuncia de Villalobos, sino que sobre el carácter de la pesquisa interna. "Las instituciones tienen sus autoridades establecidas de acuerdo a la ley, que deben cumplir con sus tareas", dijo.
Asimismo, afirmó que el mandamás de Carabineros sí había informado de sus vacaciones, que estas son un derecho, por lo que no puede "valorar" la decisión del general de usarlas, y descartó que existiese "insubordinación" policial luego de que Carabineros dilatara el allanamiento a una unidad policial en La Araucanía.
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Y por último, el ministro informó que el Gobierno esperará la decisión de la justicia, y no de Carabineros o la Fiscalía, para tomar medidas. "Serán las conclusiones judiciales las que establezcan, como en todo orden jurídico, especialmente el nuestro, la existencia de delitos y las responsabilidades", puntualizó.
Así, Villalobos sobrevivió a su propio huracán. Pero, ¿qué factores explican que continúe al mando en medio de las críticas? El primero es la confianza de la Presidenta Bachelet. El general y la mandataria se conocen desde 2006, cuando el uniformado fue nombrado a cargo de la Jefatura del Departamento Seguridad Presidencial, encargándose de su resguardo en cada despliegue por el país y generando una lealtad hacia la jefa de Estado que pesa hasta hoy.
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En 2008 quedó a la cabeza de la Dirección de Inteligencia, en 2014 se le encargó la Jefatura Zonal Metropolitana y ese mismo año asumió la puesta en marcha de la Dirección de Inteligencia, Drogas e Investigación Criminal. Y en 2015, fue ungido como general director.
Según Emol, ahí fue cuando creó la hoy cuestionada Unidad de Inteligencia Operativa Especializada (UIOE), la sección que participó en la "Operación Huracán" y cuyo objetivo fue ayudar al combate de la violencia rural en las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos.
Esta no es la primera vez que el papel de Villalobos está en entredicho. Ha debido enfrentar el extendido fraude en Carabineros, que ya suma $26.756 millones perdidos y 130 formalizados, y los episodios de violencia en La Araucanía, que han dejado 58 camiones quemados en los últimos años y que motivaron la operación policial hoy casi cerrada.
Y si bien el general continúa en el cargo, al menos hasta 2019, cuando se produzcan los nuevos ascensos, tendrá que seguir dando explicaciones: el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, que está a cargo de la investigación en Carabineros, lo citó hoy a declarar, junto al jefe nacional de Inteligencia, Gonzalo Blu, y al encargado de Orden Público en La Araucanía, Marcelo Teuber. Este último lo haría en calidad de imputado,