El Servicio de Impuestos Internos (SII) es una institución clave en nuestro país y se ha caracterizado en los últimos años por una fuerte inversión en tecnología, siendo varios los trámites que se pueden realizar a través de internet, permitiendo así ganancias de eficiencia importantes a nivel agregado.
Pero todavía hay aspectos del Servicio en los cuales se puede avanzar todavía más. Uno de ellos es el esquema de incentivos para los fiscalizadores de la entidad, pues puede haber, como describen algunos empresarios, una especie de incentivo perverso “de persecusión”, un actuar que se aleja de los objetivos del SII. Este punto también lo hizo notar el ex subdirector jurídico del SII, Cristián Vargas: “Tengo el mayor respeto por los funcionarios del SII, trabajé 20 años ahí, pero hay malos incentivos internos; la forma en cómo están organizados el Servicio y la labor fiscalizadora, tal vez no genera buenos incentivos [...] Muchos de los fiscalizadores tienen que cumplir metas y en el cumplimiento de esas metas pueden cometer errores, a veces en la selección de casos”.
Es cierto que recientemente se buscó disminuir el peso de la parte variable del sueldo de los funcionarios, pero quedan espacios para mejorar en una institución vital para los objetivos del país.