Hace cuatro años la Concertación vio cómo en las urnas su abanderado presidencial, Eduardo Frei, fue derrotado por Sebastián Piñera. Con ello, este conglomerado dejó de ser el dueño de casa en el palacio de La Moneda, después de 20 años.
Hoy, con una nueva fórmula, otro nombre e incorporaciones, la coalición deja de mirar al gobierno desde la oposición. Lo que viene para adelante es difícil. Ahora deben asumir el complejo desafío de jugar nuevamente de local en un escenario con muchas incertidumbres.
EL ARRIBO DEL PC AL GOBIERNO
Uno de los temas que ha generado mucha expectación, es la incorporación del Partido Comunista al gobierno. La colectividad de Vicuña Mackenna decidirá su participación, o más bien la disposición para formar parte de la nueva administración, este sábado en un pleno de la colectividad.
Lo cierto es que los comunistas enfrentan esta deliberación muy empoderados, con el doble de diputados (seis) para el próximo período parlamentario en relación a los que actualmente tienen y con el telón de fondo de un programa que les satisface mayoritariamente.
Todo indica que el ingreso se materializará y que incluso se podría ver a un próximo ministro comunista en el primer gabinete. No obstante, hace unos días el propio presidente de la colectividad, diputado Guillermo Teillier, sostuvo a PULSO que estar en La Moneda no significa dejar de lado a los movimientos sociales.
Algunos al interior de la Nueva Mayoría mantienen el temor que el partido no pueda compatibilizar estar “con un pie en La Moneda y otro en la calle”.
Lo anterior se suma a que diversos militantes comunistas lideran movimientos sindicales como Jaime Gajardo, en el Colegio de Profesores, o la propia Bárbara Figueroa, en la Central Unitaria de Trabajadores.
LA SOLITARIA ESTANCIA DC EN EL CENTRO
En las filas de la DC existe preocupación no sólo por lo que pueda ser la convivencia con el PC, sino que por la supuesta "izquierdización" de los otros partidos de la Nueva Mayoría, como el PS y el PPD, sobre todo en el Congreso.
De hecho, estos últimos días la colectividad falangista ha avanzado en las conversaciones con los diputados del Partido Radical para conformar un bancada conjunta que, si bien es un pacto administrativo, les podría ayudar en conformaciones de comisiones y mesa.
En el partido apuestan por, al menos, encabezar la Cámara de Diputados el primer año de gobierno, aunque también disputarán la presidencia del Senado.
La preocupación dentro de la DC no sólo pasa por lo que ocurre en el conglomerado. Según advierten, en el escenario político hay al menos 12 partidos de izquierda, esto, considerando dentro de ellos al PRO, el Partido Igualdad, el Partido Humanista, el Partido Ecologista Verde, entre otros.
Asimismo, otro de los puntos relevantes para el partido de la Alameda es lo que ocurrirá con la conformación del nuevo gabinete. Es más, hoy realizarán una reunión de directiva extendida donde se definirán criterios de las personas que el partido quisiera incorporar en el gabinete.
Al interior de la colectividad aseguran que no pedirán nombres ni ministerios específicos. Respetarán las decisiones de la mandataria electa; no obstante, estarían más dispuestos a establecer sus términos tras un futuro cambio de gabinete, donde se podrían incorporar nombres como el de Soledad Alvear, quien ya ha manifestado no querer participar del equipo ministerial.
EL PS, EN BUSCA DE LOS CONSENSOS
Por su parte, el presidente del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, ha señalado que la colectividad de calle París será la encargada de buscar el consenso en estos cuatro años.
Claro está que los socialistas sienten la responsabilidad de que un gobierno de una de sus militantes resulte. Es por esto que tratarán de transformarse en los articuladores de los acuerdos en la Nueva Mayoría.
En lo inmediato, uno de los objetivos del PS es quedarse con la presidencia del Senado. Pese a que existen discrepancias por el nombre, el propio Andrade ha impulsado a la senadora Isabel Allende. Según el timonel del partido, sería simbólico que en el cambio de mando del Senado en marzo próximo sea una mujer, socialista e hija de Salvador Allende la protagonista.
Pero, además, el PS tiene importantes definiciones. El próximo año deberían realizarse elecciones internas y Andrade por reglamento no puede repostular. Ahí surgen nombres como el de Camilo Escalona, líder de la llamada facción “Nueva Izquierda”, y quien de no ser parte del gabinete u ocupar otro puesto en el gobierno podría volver a encabezar el partido, aunque para ello tendrá que derrotar a varias figuras que buscan un recambio de nombres.
PPD INTENTANDO LIDERAR EL PROGRESISMO
El partido encabezado por el senador Jaime Quintana será factor relevante dentro del Congreso. La tienda de Santo Domingo intentará liderar los cambios progresistas y profundizar algunos temas del programa de gobierno.
El peso específico de la colectividad será otro en el próximo período legislativo. Con seis senadores, intentarán hacer notar sus posiciones en cada instancia.
Desde hoy mismo comenzarán a delinear el futuro. La mesa directiva se reúne y en el encuentro también conversarán sobre intereses y nombres para el futuro gabinete. Ahí se habla de personas con “mucha calle e idoneidad”.
Asimismo, el 18 de enero está convocada una directiva nacional del partido donde se abordarán varias temáticas de futuro. Ahí su timonel ya tendría decidido si intentará permanecer en el cargo o dará paso a otros nombres.
No obstante, una posible elección debería concretarse a mediados del próximo año, incluso postergarse hasta fines de 2014.
EL FACTOR VELASCO
El ex candidato presidencial, Andrés Velasco y el movimiento que lidera, Fuerza Pública, podrían transformarse en un factor importante en el oficialismo durante estos próximos cuatro años.
La irrupción de este movimiento, está en la mira de la DC. Primero porque podrían eventualmente quitarles apoyo del centro político o, al contrario, podrían transformarse en un importante aliado.