En el contexto de este año eleccionario, que se definirá el próximo 17 de diciembre, SONAMI presentó el documento "Fundamentos y Desafíos para el Desarrollo Minero", el cual contiene un análisis de la situación de la industria minera y una serie de propuestas para impulsar su desarrollo futuro. Como parte de nuestra agenda gremial, dimos a conocer este estudio en Santiago, Antofagasta, Copiapó y La Serena, convocando en total a más de 1.000 representantes de la minería y de otras actividades productivas.
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Se envió un ejemplar del mismo a las principales autoridades del país, a dirigentes empresariales, a nuestros asociados y a los candidatos a la Presidencia de la República. Se llevaron a cabo productivos encuentros de diálogo con Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, a quienes se les entregó personalmente este documento de parte de nuestro gremio.
Con este trabajo, hemos querido hacer un llamado a la sociedad respecto al complejo momento que vive la principal actividad productiva del país. Hay incertidumbre sobre el futuro inmediato, pero al mismo tiempo altas expectativas de que podrían llegar los cambios que requiere la minería para encantar nuevamente a los inversionistas nacionales y extranjeros.
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Este moderado optimismo se fundamenta en las mejores perspectivas del precio del cobre, que ha aumentado 28% en lo que va corrido del presente año, respecto al mismo período de 2016. Esta es una buena noticia que contribuye a ver el futuro con mayores grados de confianza.
Las razones de esta mayor cotización son varias. En primer lugar, se observará un déficit en el mercado del cobre en 2017 debido, principalmente, a la menor producción de Escondida en Chile y Grasberg en Indonesia. Asimismo, existe un mejor desempeño económico de China, el principal consumidor de cobre, con el 50% de la demanda mundial. Otro factor que ha influido es la depreciación del dólar a nivel global respecto a otras monedas.
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De la misma manera, se espera para 2018 tener un mercado con relativo equilibrio y precios levemente superiores a los de este año. Luego, para el período 2019 a 2022 se estiman precios de metal más elevados.
Sin embargo, existen elementos de riesgo que podrían presionar el precio a la baja o limitar el ritmo de crecimiento. Por esto, hay que tener cautela, ya que persiste la incertidumbre respecto al futuro, especialmente por el alto endeudamiento de China y la volatilidad del mercado en Estados Unidos.
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En el ámbito interno, vemos algunas señales positivas, en particular con la caída del desempleo en las regiones mineras, a excepción de Antofagasta.
Otro dato importante ha sido el incremento del aporte de la minería privada al financiamiento fiscal, a través de la tributación minera. En los tres primeros trimestres de este año, en relación con el mismo lapso de 2016, este aporte se ha incrementado en 12.162% en términos reales de acuerdo con la Dipres.
Por lo tanto, podemos ver que paulatinamente han ido mejorando las condiciones de mercado y, una vez que estas se consoliden, mejorará la inversión minera. Por supuesto que los efectos no son inmediatos, ya que, en definitiva, el precio relevante es el que se proyecta a largo plazo.
En términos generales, las proyecciones mineras para 2018 son auspiciosas, ya que estimamos un importante aumento en la producción. Esta será impulsada fundamentalmente por el cobre, que crecerá en torno a 7%, llegando a un nivel cercano a las 5.900.000 toneladas. Este fuerte incremento se explica por la baja base de comparación y la recuperación de la producción de Escondida.
A pesar de este favorable escenario, creemos que la industria minera presenta importantes desafíos que es necesario abordar.
Con ocasión de las elecciones presidenciales, valoramos que las candidaturas que pasaron a la segunda vuelta hayan considerado propuestas para el sector minero, algo que no ocurrió en comicios pasados. Esto demuestra que los actores políticos han tomado conciencia de la importancia de la actividad minera. En ese sentido, creemos que el próximo gobierno debe crear las condiciones para aprovechar la ventana de oportunidades que se está generando a partir de la mejora en el precio de los commodities y la reactivación de la inversión en el sector a nivel mundial.
Hemos planteado la necesidad de impulsar cambios en nuestra legislación que otorguen mayores grados de certeza jurídica y permitan hacer posible la realización de proyectos cada vez más competitivos.
Es importante agilizar el otorgamiento de permisos y generar una instancia pública que vele por una tramitación más expedita de grandes proyectos. El tiempo que toma en la actualidad la aprobación de un proyecto minero en Chile es sustancialmente superior al de otros países mineros, como Canadá o Australia.
En resumidas cuentas, debemos volver a encantar a los inversionistas. Sin políticas públicas atrayentes, Chile será desplazado por otros distritos mineros que ofrezcan condiciones más atractivas.
Esperamos que el próximo Presidente de la República considere estas propuestas y posicione el crecimiento como uno de los objetivos principales de su gestión, volviendo a tasas de crecimiento de nuestra economía que permitan generar los recursos para afrontar los desafíos que tiene el país en materia de seguridad, salud, educación y pensiones, entre otros temas.
*Presidente de la Sociedad Nacional de Minería.
