El despilfarro energético en los cerca de 14.000 millones de dispositivos electrónicos que existen en el mundo supuso un costo aproximado de US$80.000 millones, informó el miércoles la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

La principal causa de este gasto innecesario, según su informe, fue la poca eficiencia de los dispositivos, ya que muchos consumen más energía cuando están en modo reposo que cuando están a pleno rendimiento.

La AIE explicó que, en 2013, los dispositivos en red consumieron alrededor de 616 teravatios por hora (TWh), de los cuales se desperdiciaron alrededor de 400, una cantidad equivalente a la electricidad consumida anualmente por Gran Bretaña y Noruega juntas.

La directora ejecutiva de la agencia, Maria van der Hoeven explicó en el comunicado que "los consumidores están perdiendo dinero porque la producción innecesaria de energía da lugar a centrales e infraestructuras de distribución más costosas e innecesarias".

El uso de la mejor tecnología disponible hoy en día, en su opinión, permitiría que esos dispositivos gastaran un 65 % menos de energía en modo reposo.
 
La AIE recomendó el desarrollo de políticas de eficiencia energética que no necesariamente deben partir de cero, sino mejorar las existentes.

La agencia calificó de indispensable que la política y la tecnología vayan de la mano, por lo que vio importante que se colabore de forma constante con la industria del sector en favor de mejores prácticas.

Por último, también recomendó establecer estándares internacionales de tecnología lo antes posible para que los usuarios estén bien informados acerca de la calidad y la eficiencia energética de los dispositivos en el mercado.