La inflación del Reino Unido en octubre se mantuvo en 3%, de acuerdo a la información entregada por la Oficina Nacional de Estadística Británica (ONS).
El indicador, que presenta su nivel más alto en cinco años, estuvo marcado por el aumento del precio de los alimentos y las bebidas no alcohólicas, que reflejaron una variación interanual del 4%.
Según el organismo, estas alzas se vieron compensadas en parte por la caída del precio de los combustibles. También destacó el alza del precio mensual de la Educación en 1,9%, llegando a una variación del 2,8% desde enero. El mismo comportamiento mostró el sector de ocio y cultura que marcó un avance de 0,6% en octubre y un avance acumulado de 2,4% desde el primer mes del año.
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Debajo de pronósticos
Entre las principales caídas, el informe señala a otros bienes y servicios, que anotaron una baja de 0,5%, mientras que menaje descendió en 0,4 puntos porcentuales en octubre. Así, la inflación del Reino Unido estuvo por debajo de los pronósticos de los economistas, quienes estimaron el aumento de la inflación en 3,1%.
Con estos resultados, el objetivo de llegar a una inflación del 2%, se hace una tarea compleja, considerando además la debilidad que ha presentado la moneda local frente al dólar.
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Ayer, la libra esterlina partió con una caída tras el anuncio de las cifras de inflación, pero al final del día logró recuperarse cerrando en US$1,31, con un alza del 0,37%.
En ese contexto, el Banco de Inglaterra aprobó el 2 de noviembre el aumento en la tasa de interés por primera vez en 10 años, llegando al 0,5%, cifra que incluso podría aumentar nuevamente en los próximos años.