La línea Polpaico-Cardones que está desarrollando actualmente InterChile, filial del grupo ISA, sería insuficiente para hacer frente a la nueva capacidad que entraría hacia 2030.

Según el estudio elaborado por consultora chilena Systep, al 2030 habría máximos de generación solar y eólica de hasta 3.300 MW desde la barra Pan de Azúcar 500 kV al norte. Considerando esa cifra, los flujos en las líneas de 500 kV entre Polpaico y Cardones podrían llegar hasta los 1.900 MW en meses de baja hidroelectricidad, lo que equivale a un 126% de su capacidad total con criterio N-1. En los meses de alta generación hidroeléctrica, esa cifra baja a un 76%.

El estudio considera una penetración ERNC “conservadora”, en donde la energía que se instalaría al 2030 es sólo la que se requeriría según la ley 2025, es decir, un 20% de la demanda total anual. Este porcentaje estaría compuesto por un 8,3% de energía solar, un 0,7% de energía geotérmica, un 5,5% de energía eólica, un 2,4% de biomasa y un 3,1% de minihidro.

La conclusión del estudio en términos de transmisión, es compartida con otros actores del sector como el director técnico ejecutivo del CDECSIC, Andrés Salgado.  “Si se materializa todos estos proyectos renovables que tienen resolución ambiental aprobada la cantidad de potencia que se puede inyectar en el norte es bastante grande efectivamente y la línea podría quedar corta, lo que significa podríamos necesitar mayor capacidad en algunos años más, pero eso tiene que ir acompañado de un crecimiento de la demanda”, indicó.

El estudio también concluyó que para el 2030 los costos marginales tendrían diferencias de entre un 6% y un 16% entre el día y la noche y que algunas centrales de GNL se verán expuestas a altas tasas de encendido y apagado. Por ejemplo, en el caso de Kelar del consorcio formado por Korea Southern Power Co. (65%) y Samsung C&T Corp. (35%), o U16 de E-CL, podrían llegar a tener un apagado y encendido diario entre mayo y octubre.