La innovación se juega en el día a día. En los pasillos de una oficina, en la rutina frente al computador, en el trabajo, en la faena. Todos los días, trabajadoras y trabajadores deben lidiar y resolver problemas para cumplir con los objetivos de la organización. Que estos problemas sean resueltos de forma creativa y eficiente es lo que hace innovadora a una empresa. Uno de los factores clave que promueve la innovación es la motivación que tiene el personal con sus labores. El trabajo desafiante (challenging work) ha sido largamente tratado por la literatura organizacional, identificando relaciones positivas con la generación de nuevas ideas, el compromiso con la empresa y el bienestar subjetivo de los propios trabajadores, entre otras variables. Sin ir más lejos, se ha observado que la motivación intrínseca (propia del trabajo desafiante) se relaciona de forma más estrecha con la creatividad y la productividad que la motivación extrínseca (salarios, bonos). Empleados motivados con su trabajo suelen ser más creativos e innovadores. Para ello, resulta importante que los individuos puedan desarrollar sus capacidades y talentos en la empresa. ¿Qué sucede en Chile? Según la encuesta del Informe de Desarrollo Humano 2012, 67% de los trabajadores se siente realizado con su trabajo y 80% cree que se aprovechan sus capacidades y talentos. Dichas cifras, positivas a nivel agregado, varían según la jerarquía: los cargos con tareas más complejas y de mayor responsabilidad implican mayores desafíos para las personas que las tareas de menor calificación. Esto puede llevar a subutilizar el potencial creativo de los trabajadores de planta, del personal administrativo o de los obreros, que al verse desmotivados con sus labores no exploran oportunidades que pueden traducirse en mejoras continuas. El mensaje a transmitir de una empresa innovadora o de una que pretenda innovar de forma sistemática es simple y radical: todos podemos innovar. Y para que la innovación suceda, se requiere de trabajadores comprometidos y motivados con sus tareas. El espacio privilegiado de la innovación es el trabajo cotidiano. En él se juegan infinitas posibilidades para agregar valor dentro de la organización.