El centro de convenciones de Los Angeles está totalmente convulsionado. Mientras afuera se ven jóvenes riendo y compartiendo, adentro el ambiente es diferente. Chinos, rusos, alemanes e incluso chilenos se ven un poco nerviosos, mientras ajustan los últimos detalles de su pitch. La idea es simple: convencer de que su proyecto es el mejor. No se trata de emprendedores que se preparan para hablar acerca de los pro de su iniciativa ante capitales ángeles o inversionistas. Son alumnos de enseñanza preuniversitaria que tratan de cambiar el mundo a través de sus ideas.

Mucho se ha hablado acerca de que Chile busca desde hace un tiempo posicionarse como un hotspot de innovación y emprendimiento. Sin embargo, con la globalización y el dinamismo de los mercados, se ha vuelto clave entregar herramientas de forma más temprana. Sobre todo si se plantea competir con emprendedores e innovadores de países desarrollados donde la innovación y emprendimiento es parte del currículum escolar por decretos de ley.

De hecho, la Comunidad Europea ha subrayado la necesidad de fomentar el desarrollo de este tipo de habilidades a través de los planes de educación y formación con miras al 2020. El objetivo de iniciativas como “Unión por la innovación” o “Una agenda de nuevas cualificaciones y empleos”, entre otras, es “mejorar la creatividad y la innovación, incluido el emprendimiento, a todos los niveles de la educación es un objetivo a largo plazo”, se sostiene en la agenda educativa de la comunidad.

Sin embargo, Chile empieza a dar sus primeros pasos en el fomento de esta materia. Por ejemplo, Fundación Chile junto a la Unión Europea y los ministerios de Economía y Educación están desarrollando un programa que incentiva educar para el emprendimiento. La iniciativa busca concebir el emprendimiento como una cualidad que todas las personas tienen y que sólo bastaría con aplicar las herramientas adecuadas para despertarlo, desarrollarlo y, sobre todo, potenciarlo.

Abriendo mentes
¿Cómo cautivar a mentes brillante jóvenes de todo el mundo? En la Intel ISEF dieron al clavo, con speakers que han inspirado a los adolescentes. Uno de ellos es Mick Ebeling, fundador y CEO de la start-up "Not Impossible",  que desarrolla soluciones creativas para solucionar problemas del "mundo real". Con la premisa "Si no es ahora, ¿cuándo?, Si no soy yo, ¿quién?", llamaba a los jóvenes a empoderarse, tomar estas herramientas y cambiar al menos cosas mínimas en  el mundo.

Su pitch partió con la historia de Tempt, uno de los grafiteros más destacados de EEUU en los 80. A causa de la esclerosis quedó paralizado desde la cabeza a los pies, usando como mecanismo de comunicación unos arcaicos papeles donde tenía que parpadear cada vez que alguien le indicaba una letra. Así iba armando frase a frase, en un proceso que resultaba totalmente desgastador y tedioso para Tony (nombre real de Temp). Ebeling decidió ayudar a Temp, pero optó por hacerlo de una manera diferente a la de simplemente firmar un cheque. En otras palabras, se involucró. Así, tras mucha búsqueda y conversaciones con expertos, llegó a un mecanismo en que, usando tecnología barata, incluyendo unos lentes comprados en la calle y una cámara de PlayStation, dieron como resultado “EyeWriter”. Este dispositivo de código libre, está disponible para todo aquel que lo requiera. Lo que pasó con Temp marcó la vida de Ebeling, no sólo porque fue reconocido por la revista Time como uno de los 50 inventos más prometedores del año, sino porque vio en eso lo que quería para su vida.

Así, a través de Not impossible  ha desarrollado proyectos como el del primer laboratorio de prótesis 3D. Esta idea surgió a raíz de un artículo que leyó sobre cómo los niños perdían sus extremidades en Sudán a causa de la guerra y donde Daniel, un chico de 14 años decía que prefería haber muerto antes que ser una carga para su familia. Así, tomó sus maletas y viajó a África, donde ayudó al joven y capacitó gente para que hiciera prótesis. Semanas después recibiría un mail donde decía que niños como Daniel entraban al programa de voluntarios y que habían desarrollado sus primeras prótesis.

Ebeling terminó su exposición en la Intel ISEF diciendo a los adolescentes: “Recuerden siempre la palabra ‘no’. Cuando alguien les diga ‘esto es imposible’, siempre respondan ‘no’ ”.