Las aseguradoras han realizado una advertencia poco común: la velocidad a la cual los océanos se están calentando amenaza su capacidad de vender políticas accesibles en un creciente número de lugares en todo el mundo.
Partes de Reino Unido y el estado estadounidense de Florida ya están enfrentando un "riesgo ambiental que no es asegurable", dijo la asociación global de la industria aseguradora, Asociación Ginebra.
Es poco probable que sean las últimas áreas con tales problemas, dijo el secretario general de la asociación, John Fitzpatrick, quien planteó que los gobiernos tenían que invertir más en defensas contra las inundaciones y hacer más fuertes las restricciones de construcción de edificios en lugares riesgosos para mitigar el peligro de riesgos de clima extremo, citando las pérdidas tras la tormenta Sandy, que golpeó particularmente fuerte a Nueva York y Nueva Jersey en octubre del año pasado.
"Los gobiernos podrán tener problemas de austeridad fiscal en el corto plazo. Pero en el largo plazo tendrán exposiciones mayores, como reparar la infraestructura dañada por las tormentas".
Pese a las pérdidas ocasionadas por Sandy y a una serie de catástrofes naturales en el último año, las primas de los seguros sobre las propiedades a nivel global han permanecido bastante estables fuera de las áreas más golpeadas.
Sin embargo, las aseguradoras advierten que las primas se han mantenido artificialmente bajas en el corto plazo debido a que el capital ha acudido al sector debido a las tasas de interés bajas.
Los científicos han reportado señales de calentamiento en los océanos por más de una década pero estudios más recientes sugieren que esto podría elevarse aún más.
El número de catástrofes climáticas en el mundo ha subido notablemente durante los últimos 30 años, según la reaseguradora Munich Re. Muestran una tendencia en el número de tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales que han subido desde cerca de 300 al año en 1980 a cerca de 900 en 2012. AG/PC