Durante la primera mitad de este año, la principal pregunta sobre Credit Suisse era cómo resolvería su larga disputa tributaria con Estados Unidos.

Pero con su acuerdo por US$2.800 millones finalmente terminado, la atención de los inversionistas se ha volcado nuevamente a la estrategia del banco en general, y su división de banca de inversión en particular.

Ayer Credit Suisse anunció su retiro de las operaciones de commodities y que recortaría otras partes de su banco de inversión luego de registrar una pérdida de 700 millones de francos suizos (US$776 millones) en el segundo trimestre.

El banco tomó medidas para tratar de reducir las preocupaciones de los inversionistas de que partes de la unidad de renta fija han sido poco rentables debido a regulación más estricta y a que los mercados han estado más apagados, diciendo que se desharía de su poco rentable brazo de operaciones de commodities, así como hacer mayores recortes en sus operaciones de tipo de cambio.

Los recortes reducirán el capital vinculado a las unidades de tipo de cambio, commodities y tasas de Credit Suisse en 35% una vez que se hayan realizado. Pero la pregunta de muchos en la industria es si los cambios van lo suficientemente lejos. “Creo que siempre es difícil decir que hemos terminado, porque este es un ambiente dinámico”, dice Brady Dougan, director ejecutivo de Credit Suisse.

“Pero siento que, en este punto, hemos hecho la mayoría de los cambios que es necesario hacer, aunque obviamente vamos a tener que responder de manera dinámica a medida que las regulaciones y las condiciones de mercado siguen cambiando”, agregó.

Pero analistas e inversionistas todavía deben convencerse, una noción que está reflejada en la valorización del precio de la acción del banco. En 1,2 veces el valor libro tangible, el banco se transa por debajo de su promedio de 1,3 veces para los bancos suizos.

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