Si bien el IPSA logró llegar al cierre de noviembre sobre los 5.000 puntos gracias a las compras realizadas al cierre de la sesión, la plaza anotó ayer una caída diaria de 0,18% que la dejó ubicada en los 5.003,4 puntos, acumulando una baja de 10,46% durante noviembre, el peor mes para el selectivo desde septiembre de 2001.
En el período, destacó la corrección de 7,2% y el aumento de volatilidad que experimentó la rueda nacional luego de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, aunque el selectivo ya había vivido pérdidas antes de la sorpresa en las urnas: entre el cierre de octubre y el 17 de noviembre (última sesión bursátil antes de los comicios), el indicador cayó un 3,51%.
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Para Alexis Osses, analista de estrategia de BCI Corredores de Bolsa, la clave detrás de la baja de la bolsa nacional está en los flujos que experimentó la bolsa local durante el mes.
Según comenta, a principios de mes hubo un "reportfoleo" de inversionistas extranjeros, lo que puso presión sobre los títulos más pesados del IPSA. Este fenómeno se revirtió en las últimas semanas, agrega, con compras desde el exterior. Este cambio se vio reflejado en los flujos del ETF de noviembre: en la primera quincena del mes, se registró una salida neta de US$29 millones, mientras que en las semanas siguientes hubo un ingreso neto de US$16 millones.
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En la última parte del año, dice Osses, fueron los inversionistas locales los que generaron la presión de venta en renta variable local, lo que no se ha compensado por la inversión desde el exterior. "Si quieres explicar la caída, viene más por los flujos de extranjeros en la primera parte e inversionistas locales en las últimas semanas", señala.
Francisco Soto, gerente de renta variable de Tanner, comparte que hubo un quiebre a la mitad del mes, pero apunta al factor político como el principal catalizador de las acciones chilenas en noviembre. Luego de que el IPSA marcara su último máximo histórico el 30 del mes, se generaron un par de semanas de toma de utilidades. Después de las elecciones, en cambio, el mercado local corrigió mientras se ajustaba al cambio de expectativas de los inversionistas.
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Dentro de la volatilidad que ha experimentado la bolsa, las acciones de baja capitalización bursátil han sido las más afectadas, con una alta presencia de los sectores retail y constructor entre las principales caídas.
Esta clase de activos se ve muy afectada por la incertidumbre política dada la relevancia de las constructoras (como Besalco, Paz y SalfaCorp) en el segmento, explica Rodrigo Rojas, gerente de renta variable y portfolio manager de small cap de la administradora Toesca.
Estos papeles también se han visto afectados por la presión de venta que han generado los fondos mutuos y fondos de inversión, que son vehículos que "han crecido de manera importante este año", comenta el ejecutivo.
Finalmente, Rojas acota que el segmento small cap también se ha visto impactado en el mes por eventos puntuales en las compañías, como las dos demandas que interpuso el Sernac contra Hites recientemente o el aumento de capital de Enjoy, que hizo caer a la acción.
Desde las elecciones, todos los fondos de inversión small cap han bajado, y su rentabilidad promedio marca -10,51%. En ese mismo periodo, el patrimonio total de los fondos cayó en $304.961 millones.