Algo ha subido el IPSA desde el punto más bajo de la corrección de febrero, pero aún no logra recuperar todo lo perdido. Y es que al cierre de ayer, el selectivo de la bolsa nacional todavía está operando por debajo del cierre de 2017, acumulando una leve baja en lo que va del año.
Después de alcanzar un máximo histórico sobre los 5.880 puntos hacia el fin de enero, el IPSA llegó a caer un 6,5% en el evento de volatilidad que afectó a los mercados a escala global. Durante la segunda quincena del mes pasado, subió por unos cuantos días, para luego volver a caer.
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En su nivel actual, en las 5.548,21 unidades, el índice está 5,65% por debajo del máximo de finales de enero, acumulando una contracción de 0,29% con respecto al cierre de 2017.
Según comentan agentes del mercado local, la clave de la debilidad de la rueda santiaguina está en el comportamiento de los mercados en el exterior. "No hay datos internos que te indiquen que se puede desacoplar negativamente de las bolsas internacionales", explica Rodrigo Rojas, gerente de renta variable de la AGF Toesca.
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En esa línea, desde las firmas financieras locales señalan que las mismas ansiedades que acongojan a los inversionistas a nivel global son las que tienen a la Bolsa de Santiago presionada. "Las cosas que están dando vuelta hoy día son las mismas", explica Gonzalo Reyes, economista y Socio de Abaqus, agregando que las preocupaciones sobre una aceleración de la inflación en el mundo desarrollado y un error de política monetaria por parte de los principales bancos centrales.
A esto se suma, agrega el ejecutivo, los comentarios que ha hecho el presidente Donald Trump en EEUU sobre elevar tarifas, que han vuelto a encender las ansiedades por una potencial guerra comercial, presionando a los activos de riesgo como las acciones.
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Si bien los agentes del mercado aseguran que la rueda nacional está siguiendo a las principales plazas bursátiles del mundo, cabe destacar que las magnitudes de sus movimientos son más contenidas que en otras latitudes.
Esto se debe, explica desde la corredora MBI el director ejecutivo Germán Guerrero, a que una menor participación de inversionistas retail hace de la chilena una rueda "más estable".
De todos modos, en el mercado se espera que las cosas mejoren para el selectivo, en la medida que se concreten las expectativas de mejores cifras macroeconómicas y corporativas que lo impulsaron el año pasado.
Es más, acota Guerrero, lo que el mercado va a estar mirando es lo que pase en 2019: los inversionistas van a buscar indicaciones de cambios de tendencias en los resultados financieros de las compañías.
Reyes, por su parte, pone una cuota de cautela, asegurando que "sigue habiendo optimismo", pero que "la mayoría de eso" ya está incorporado en los precios actualmente.
La narrativa del mercado dice que el año pasado el rally de 34% que vivió el IPSA se vio impulsado en expectativas de mejoras en la economía y en las utilidades de las compañías, de la mano de la elección de un gobierno pro mercados.
En esa línea, el economista jefe de Abaqus anticipa que el selectivo local tenga una rentabilidad "normal", en torno al 10% este año.