Irlanda celebrará un referéndum sobre sus restrictivas leyes sobre el aborto a finales de mayo, anunció este lunes el primer ministro del país, Leo Varadkar.
"Esta noche, el gobierno dio su aprobación oficial a la celebración de un referéndum sobre el aborto, que se celebrará a finales de mayo", dijo Varadkar en una rueda de prensa en Dublín.
"Sabremos la fecha exacta tras la conclusión de un debate y una votación" en el Parlamento, añadió, afirmando tener "confianza en que se podrá cumplir con este calendario".
El aborto siempre ha sido ilegal en Irlanda. En 1983 se introdujo una enmienda a la constitución, tras un referéndum, que otorgaba los mismos derechos a la vida del bebé nonato como a la de su madre.
La ley se modificó tres décadas después para permitir la interrupción del embarazo en caso de que la vida de la madre estuviera en peligro, tras la indignación causada por el caso de una mujer embarazada que murió en 2012 después de que se le denegara la posibilidad de abortar.
El referéndum se celebrará unos meses antes de la visita del papa Francisco en el mes de agosto.
Para Varadkar, que estudió medicina, las leyes actuales son demasiado restrictivas.
El primer ministro señaló que se posicionará por la abrogación de la 8º enmienda.
"Mi opiniones han evolucionado con el tiempo y con la experiencia", dijo el político, que señaló que la constitución no es el lugar para "establecer afirmaciones definitivas sobre los temas médicos, morales y legales".
Cada año miles de mujeres irlandesas viajan al extranjero para someterse a abortos, la mayoría en Inglaterra.
En otro referéndum en mayo de 2015, Irlanda votó a favor de legalizar el matrimonio homosexual, un punto de inflexión que mostró que el país ha cambiado alejándose de los dogmas de la iglesia, tradicionalmente un actor muy influyente en la política.
"Yo sé que va a ser una decisión difícil para el pueblo irlandés", dijo Varadkar, líder del partido de centro derecha Fine Gael.
"Es un asunto muy personal y muy privado y para la mayoría de nosotros es un tema en el que las cosas no son blanco o negro. Hay grises", agregó el primer ministro.
"Es un tema en el que la gente debe tomar sus propias decisiones, basadas en la evidencia que tengan, su compasión y empatía", dijo Varadkar, que pidió que el debate se desarrolle de una forma respetuosa.