Milán-¿En qué dirección irá Italia? ¿Habrá un nuevo renacimiento? ¿O es el declive dirigido el único futuro para la tercera mayor economía de la eurozona, a pesar del celo reformista de su joven primer ministro Matteo Renzi?
Estas preguntas dominaron dos grandes conferencias de inversiones que cerraron la visita de dos días de Renzi -de 39 años- a la capital de Reino Unidos este mes.
Y la respuesta de los inversionistas en estos eventos fue la misma. Las bajas valoraciones de las empresas italianas parecen atractivas hoy, pero Renzi tiene solo pocos meses para probar que los italianos están comprometidos con reformar su economía antes de que los inversionistas sigan adelante.
Las empresas italianas han estado disfrutando un momento bajo el sol desde que el país salió de una mala racha de dos años, a fines de 2013. El índice de la bolsa de Milan, FTSE MIB, ha subido un 15% en lo que va del año, en comparación con las caídas del S&P 500 y el Euro Stoxx 600.
Los grandes inversionistas están regresando después de una estampida en 2010 y 2011.
En marzo, Rosneft se convirtió en el mayor accionista individual de la fabricante de neumáticos Pirelli. Durante el mismo mes, Blackstone compró un 20% de Versace, los inversionistas sudamericanos-Fintech Advisory y BTG Pactual-compraron cerca del 7% del banco más antiguo de Italia Monte dei Paschi di Siena, y el fondo privado de acciones Charterhouse adquirió Nuova Castelli, la empresa exportadora de queso parmesano más grande de Italia.
Los inversionistas estatales chinos ahora son dueños del 2% de Eni y Enel. Además, el fondo estadounidense BlackRock este año compró una participación de alrededor de 5% en cada uno de los bancos más grandes italianos: UniCredit, Intesa Sanpaolo, Monte dei Paschi y Banco Popolare.
La legislación sobre insolvencia ha mejorado también. El cambio a leyes corporativas que permiten que las medianas empresas italianas puedan acceder al mercado de deuda de capitales a través de minibonos ha abierto nuevas fuentes de financiamiento.
Después de las conferencias en Londres, los inversionistas sugirieron otros dos catalizadores para la inversión: la privatización de empresas controladas por el estado -incluyendo el operador postal nacional Poste Italiane que está valorado en cerca de €20.000 millones- y la Expo 2015 el mes que viene en Milán, la sexta feria de comercio y negocios más grande del mundo.
La oposición. De todas formas, otro evento en Milán el fin de semana pasado demostró que la oposición a las reformas también está viva.
Los accionistas de la Banca Popolare di Milano -el quinto mayor banco de Italia en activos, y considerado una potencial joya de inversión en una de las ciudades más ricas de Europa- votaron en contra de las propuestas de cambios del gobierno por segunda vez en sólo un par de meses.
El banco es uno de los más populares con un balance de €38.000 millones, pero sigue siendo administrado como una cooperativa, es decir cada accionista tiene que votar sin importar la cantidad de acciones que tiene.
La decisión representa un duro golpe para el Banco de Italia, que ha estado impulsando que las demás entidades financieras se modernicen y adopten prácticas más transparentes para promover la inversión extranjera. Esto es un reflejo de cómo los intereses creados pueden elegir el status quo en vez de las reformas -incluso si los perjudica en el largo plazo. El resultado de la votación ha arrojado una sombra sobre los planes de BPM para recaudar €500 millones en nuevo capital. Dada su estructura corporativa, el banco tendrá que seguir operando con una ponderación de riesgo adicional dispuesto por el Banco de Italia.
Los más de 100 inversionistas internacionales reunidos a puerta cerrada en los eventos de Londres respondieron en unanimidad que la profunda reforma de la economía italiana y sus instituciones son vitales para demostrar que Italia puede revivir a largo plazo.
¿Cuál fue al consenso que llegaron en relación a cuánto tiempo tiene Renzi e Italia para demostrar su compromiso con las reformas antes de que el capital extranjero empiece a fluir nuevamente? Tres meses, hasta junio.
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