Asumió en febrero de 2014, cuando la Reserva Federal tenía su tasa de interés en un mínimo histórico y usaba al inédito quantitative easing para estimular la golpeada economía estadounidense tras la crisis financiera. Hoy, Janet Yellen está cerca de entregar un banco central que se adelantó a sus pares de Japón y Europa, normalizando su política monetaria en absoluta calma, con un crecimiento sólido y mercado en rally.
"Le doy a Janet Yellen una calificación muy alta. No vimos ningún error significativo, evitó la deflación, hemos visto un aceleramiento del crecimiento y una baja importante en el desempleo", aseguró a PULSO, Randall Kroszner, ex gobernador de la Fed y ahora académico de la U. de Chicago.
[ze_adv position="adv_300x100" ]
Janet Yellen pasó de la vicepresidencia a ocupar el puesto de Ben Bernanke el 3 de febrero de 2014, cuando estaba en curso la reducción de la tercera compra de bonos, que finalizó en octubre del mismo año. Sin flexibilización monetaria, tocaba evaluar el primer incremento de la tasa de interés, que en ese momento se encontraba en un rango de 0% a 0,25%.
La idea no gustó mucho en el mercado, tanto así que retrocedía ante datos positivos de la economía estadounidense que apoyaran la determinación de un alza de tasas. Sin embargo, bajo el liderazgo de Yellen, la Fed supo preparar el terreno anunciando con anticipación el comienzo del ajuste con un lenguaje fríamente calculado.
[ze_adv position="adv_300x250-A" ]
La primera vez que se refirieron al asunto fue en la reunión de diciembre de 2014. "Con base en su evaluación actual, el comité considera que puede ser paciente para comenzar a normalizar la postura monetaria", indicó un comunicado el central. El año siguiente, tras una larga espera, en diciembre se concretó el incremento.
En ese marco, Yellen fue clara: la política permanecería "acomodaticia" a las condiciones económicas, preparada para una rebaja si había contratiempos. Asimismo, el concepto de "gradualidad" fue clave para su explicación de la forma que tomaría la normalización y, cumpliendo su palabra, desde entonces se ha subido la tasa en cinco oportunidades, hasta el actual 1,25%-1,5%.
[ze_adv position="adv_300x250-B" ]
"El sello distintivo de su presidencia es paciencia y cautela al eliminar el estímulo monetario que heredó y en la circunstancias económicas que parecen acertadas", indicó David Wessel, Investigador senior de Brookings y director del Hutchins Center on Fiscal and Monetary Policy. "Yellen ha aumentado las tasas de interés y ha comenzado a reducir la cartera sin apenas un contratiempo en los mercados financieros", agregó.
Las cifras de su legado
En efecto, Wall Street ha continuado su racha, con un alza de 45,05% en el S&P500 desde que Janet Yellen asumió la presidencia. Esto gracias a que la Reserva Federal cumplió los objetivos auto impuestos tras la Gran Recesión.
Su política ultra expansiva sirvió para impulsar la actividad de la primera economía mundial, que desde 2014 se ha incrementado un promedio de 2,5%. El mercado laboral también se fortaleció y hoy la tasa de desempleo está en 4%, lejos del 6,6% que recibió a Yellen.
[ze_adv position="adv_300x250-C-net" ]
La inflación ha sido la más esquiva, alejándose de su meta de 2% en el presente ejercicio, pese a lo cual la evaluación de Kroszner es positiva. "Aunque ella reconoció en su conferencia (el 13 de diciembre) que le gustaría que estuviera más cerca del objetivo, yo prefiero una inflación estable y baja, no en retroceso, que una muy alta y en aumento", precisó.
La fórmula ha sido exitosa, por eso los economistas anticipan que Jerome Powell, el probable futuro presidente de la Fed, siga la ruta cimentada por la dupla Bernanke-Yellen.