Cuatro años después de la violenta contracción provocada por la crisis de Lehman Brothers, la industria manufacturera está arrastrando a la tercera mayor economía del mundo hacia una nueva recesión.
Información dada a conocer ayer por el gobierno nipón muestra que su PIB se contrajo 0,9% entre julio y septiembre, de acuerdo a estimaciones iniciales. Esta ha sido la caída más pronunciada desde el golpe del tsunami el primer semestre de 2011.
Muchos de los indicadores económicos japoneses se han deteriorado dede septiembre, ejerciendo presión sobre Yoshihiko Noda, el primer ministro. La baja ha llevado a los economistas a predecir que la nación ha entrado en su quinta recesión técnica durante los últimos quince años.
Noda describió la contracción anual de 3,5% entre julio y septiembre como “severa” y dijo que se haría cargo del último declive del trimestre con “sentido de crisis”.
La economía ha registrado un crecimiento relativamente fuerte durante la primera mitad del año, mientras la producción fue sacudida por la reconstrucción en áreas del noreste de Japón devastadas en marzo de 2011 por el terremoto y tsunami. Pero tomó un giro hacia lo peor durante el tercer trimestre, mientras la demanda que decayó en China y Europa se mantiene lenta.
Entre julio y septiembre, las exportaciones japonesas cayeron un 5%, mientras el consumo de los hogares y la inversión empresarial se escurre. Excluyendo comienzos de 2011, la información dada a conocer ayer marcó la mayor contracción trimestral desde el último trimestre de 2008 en la crisis Lehman.
Otras economías líderes en exportación en Asia han sufrido por la falta de demanda en China y Europa, dice Tomo Kinoshita, economista jefe de Nomura, citando las exportaciones a Corea del Sur, Taiwán y Singapur en el último trimestre.
Pero un país con una población en envejecimiento y con un problema de deflación carece de un amortiguador suficientemente sólido de crecimiento de demanda doméstica para contrarrestar la debilidad periódica en la demanda en el resto del mundo, dijo.
Entonces cuando el panorama económico se da vuelta, lo mismo ocurre con la producción industrial, pesando sobre los salarios, bonos y confianza en general.
El crecimiento japonés luego de Lehman ha sido de los más irregulares en el mundo. La economía tuvo uno de los mejores comportamientos entre las naciones desarrolladas en 2010 -luego de contraerse 5,5% en 2009- casi duplicando el promedio del G10 de 2,6%.
Se espera que la economía sufra nuevamente en el último trimestre de este año, mientras Japón permanece envuelto en una disputa territorial con China, su más antiguo socio comercial, sobre islas en el Este del mar de China. La discusión sobre las islas Senkaku, que China llama Diaoyu, ha despertado boicots no oficiales sobre bienes japoneses.
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